La agresiva moda de los tatuajes dentales

La estética dental ha sido muy importante para el ser humano desde tiempos ancestrales. Los precolombinos ya utilizaban diversos métodos y materiales para ornamentar su dentadura, por lo que embellecer la sonrisa no es algo actual.
Los tatuajes permanentes en los dientes es una moda extendida en países como Estados Unidos o China. Sin embargo, los odontólogos consideran que se trata de una tendencia estética que resulta agresiva. De hecho, solo se puede hacer sobre una funda o corona, no sobre el esmalte original.
El desarrollo de las técnicas odontológicas ha llevado a la producción de una dentición acorde con los patrones estéticos de las sociedades contemporáneas con unidad, simetría, forma, balance, color, estructura y función. Por eso, cada vez más los pacientes exigen al profesional no solo calidad, sino también estética. Y no solo en el sentido objetivo de las técnicas, sino además en crear belleza que se disfrute y sea agradable visualmente.
Sin embargo, los permanentes no se hacen sobre el diente sino sobre una funda o corona. El proceso consiste primero en limar la pieza dental, posteriormente se toma la medida del diente y se vacía en escayola, se manda al laboratorio para que el protésico diseñe la funda y finalmente se introduce en el horno para que se endurezca y quede una pieza visualmente brillante.
Cuando la corona ya está lista se procede al diseño del dibujo. Normalmente, cuando se hace una funda, el experto utiliza polvos de cerámica de diferentes colores (verde, rojo, azul…) para conseguir asemejar el aspecto de la funda al tono de los dientes del paciente, ya sea más blanquecino o más amarillento.
Este mismo proceso se utiliza para la creación del dibujo con la diferencia de que en este caso, para que el diseño quede más perfilado con pigmento más intenso, se utiliza más cantidad de polvos de cerámica de un de un color específico ya sea verde, rojo, azul, etc.
Los tatuajes o adornos temporales (calcomanías) ya estuvieron de moda hace unos años, especialmente aquellos que imitaban a un brillante, aunque hoy en día estos no están tan demandados.
Pero no solo existen los tatuajes en el mundo de los ornamentos bucales. Entre los famosos está muy de moda los grills dentales, que son unas cubiertas hechas de oro, plata y a veces piedras preciosas, que se colocan en los incisivos y se pueden quitar. Estos elementos no entran en contacto directo con el diente a la hora de colocarlos, lo malo es que pueden llegar a dificultar una correcta higiene llegando incluso a provocar caries o gingivitis.
En relación a objetos que se llevan permanentemente como los piercings , los que se llevan en la lengua pueden ser causantes de fracturas de dientes o empastes. Sin embargo, los piercings labiales, provocan un roce continuo en la encía que puede conllevar su inflamación.