Henry Mancini y sus elegantes destellos

La Pantera Rosa le debe mucho a Henry Mancini y Mancini a la Pantera Rosa, por lo menos en los gloriosos tiempos en que el felino no hablaba y solo se escuchaba el popular tema que compuso el músico norteamericano para identificar la serie de cine y televisión.
Henry Mancini fue seleccionado en 18 ocasiones por la Academia y ganó un total de cuatro estatuillas doradas por las canciones Moon River (1962) y Días de vino y rosas (1963), y por los temas musicales de las películas Breakfast at Tiffany s (Desayuno con diamantes), 1962) y Víctor-Victoria (1982).
Por otra parte, ganó un total de 20 premios Grammy, los más prestigiosos premios musicales en Estados Unidos, y consiguió seis álbumes de oro.
Desde el comienzo de su carrera, en 1952, Henry Mancini compuso las canciones o los temas musicales de más de ochenta películas, y, en algunas ocasiones, sus creaciones fueron más célebres que las propios filmes para los que las compuso.
Enrico Nicola Mancini nació el 16 de abril de 1924 en la ciudad de Cleveland, en Ohio (EEUU), y cursó estudios musicales en escuelas de Pittsburg (Pensilvania) y en la prestigiosa escuela Julliard, de Nueva York.
La Segunda Guerra Mundial interrumpió sus estudios, ya que lo llevó a servir en una unidad de infantería en Europa. Terminada la contienda, consiguió un contrato para trabajar como pianista en la orquesta Glenn Miller-Tex Beneke, y se enamoró de la cantante de la famosa banda, Ginny O Connor, con la que se casó en 1947.
En 1952 trabajó en su primera creación musical para el cine: se trataba de la película Lost in Alaska. Compuso partituras y canciones para numerosas películas, pero serían sus temas para la serie de televisión Peter Gunn (1959) y la partitura para Mr. Lucky (1960) los que asentaron su prestigio en la industria. La banda sonora de Peter Gunn (serie dirigida por Blake Edwards, con quien colaboraría en veintisiete largometrajes) cautivó a la audiencia con su aire jazzístico propio de las grandes orquestas.
Su estilo colorista se integraba muy bien en la acción cinematográfica y encajaba a la perfección en los temas satíricos o de suspense. En filmes como Desayuno con diamantes (1961), la música de Mancini, oscarizada no sólo por el conjunto de la banda sonora, sino también por la celebérrima canción Moon River (con letra de Johnny Mercer), terminó de dar homogeneidad al conjunto del filme, amén de contribuir en no poca medida a su popularidad. Se recuerda también el espléndido tema musical de regusto latino que acompaña el impresionante plano-secuencia con que se abre Sed de mal (1958), de Orson Welles.
La partitura de La pantera rosa (Blake Edwards, 1964) fue sin duda una de las más populares. Mancini ganó de nuevo el Oscar por la canción de Días de vino y rosas (1962) y por la partitura de ¿Víctor o Victoria? (1982). Entre sus restantes bandas sonoras merecen destacarse las de ¡Hatari! 1962), Charada (1963), Dos en la carretera (1967), El guateque (1968), Los indomables (1970), Basil, el ratón superdetective (1986) y El zoo de cristal (1987).
Dos años después, fue seleccionado por primera vez por la Academia de Cine de Hollywood por su trabajo en la película The Glenn Miller Story, para la que adaptó los temas originales del famoso director de orquesta y compuso las canciones.
En 1964, creó el tema musical de la película La pantera rosa, lo que le valió ser una vez más seleccionado, y le convirtió en uno de los más célebres compositores del mundo.
Poco después de que se revelara que tenía cáncer, Henry Mancini afirmó que su mejor remedio contra el mal era el trabajo. Es algo extraño pero, cuando escribo, no pienso en nada más que en lo que estoy haciendo , decía entonces.