De la ‘España profunda’ al ‘underground’ y la psicodelia

De niño de la guerra a gurú de la contracultura. Ramón Sender Barayón nació en España el 19 octubre de 1934. Ese mismo día terminaba en Asturias la Revolución de Octubre, el Gobierno de la II República estaba en manos de la derecha y su padre, Ramón J. Sender, había publicado ese mismo año «Viaje a la aldea del crimen» y «La noche de las cien cabezas». El golpe de Estado del 18 de julio de 1936 sorprendió a la familia Sender Barayón veraneando en la sierra de Guadarrama. El pequeño Ramón tenía dos años y su hermana, Andrea, seis meses.
Amparo Barayón huyó a Zamora junto a los niños, mientras que Ramón, padre, marcharía al frente. Apenas unas semanas después, Amparo sería fusilada por los franquistas. El pequeño Ramón y su hermana Andrea iniciaron entonces un largo periplo que terminaría con los dos pequeños en Estados Unidos, donde Ramón Sender Barayón acabó siendo un pionero de la música electrónica, el vanguardismo contracultural en la California de los años 60.
De todos las trabajos que surgieron del San Francisco Tape Music Center creado en 1961 por Morton Subotnick y Ramon Sender, «Desert Ambulance» con la autoría de este último, es sin duda uno de los más representativos. Fue estrenado en Febrero de 1964 con grabaciones efectuadas en gran medida desde un Chamberlin Musicmaster, en apariencia un simple órgano pero que sin embargo contenía multitud de cintas de loops con material pregrabado instrumental, vocal y efectos de sonido. Parte esencial de la obra son las imágenes líquidas de que Tony Martin proyectaba sobre Pauline Oliveros y su acordeón que casi adquirían una dimensión tridimensional, mientras ella recibía por auriculares instrucciones de Ramon Sender en un marco de semi improvisación que algún criticó tildó de aural pop art. Los participantes de esta obra siempre han tenido auténtica devoción por ella y en una entrevista Pauline Oliveros declaraba haberla tocada más de 24 veces. Fue reeditado por el sello Locust y es una de sus pocas grabaciones editadas, aunque en su página personal es posible encontrar algunas que sucesivamente él va añadiendo.
El interés de Ramon Sender por la música electrónica tiene su origen en el deslumbramiento que le produjo en New York asistir a un concierto de Louis y Bebe Barron; desde entonces comenzó a experimentar con magnetófonos y prestó interés hacia diferentes generadores de sonido electrónico, más en su lado tímbrico que en el de simulación. El encuentro con Don Buchla sería decisivo para que este construyera el Modular Electronic Music Center, más conocido como Buchla Box, bajo sus ideas y las de Morton Subotnick, protagonizando así un período de altísima influencia posterior que les alejó del serialismo y acadecimismo de la música contemporánea, aún teniendo contactos con otros centros similares como el Once Group de Ann Arbor; también serían germen de las posteriores happenings psicodélicos como Festival The Trip del que Ramon Sender fue coproductor iniciando así un período de experimentación mística que le alejó del San Francisco Tape Center.
El documental «Sender Barayón. Un viaje hacia la luz» recorre todo este periplo vital en busca de sus raíces y de los motivos por los que fusilaron en 1936 a su madre. La vida de Ramón fue realmente intensa: pionero musical y miembro fundador de una de las primeras comunas rurales hippies, el rancho Morning Star.
La película documental ha sido fruto del trabajo de varios años y solo ha sido posible gracias a la enorme generosidad de Ramón y la colaboración de muchísimas instituciones y personas. Ramón es un narrador excelente y un testigo excepcional de algunos de los momentos históricos claves para entender el siglo XX. Por ello, su testimonio filmado es un documento de enorme valor.
Este filme cuenta con materiales de archivo muy especiales, como las películas documentales experimentales «Revolution» (Jack O’Connell, 1968) y «San Francisco Trips Festival: An Opening» (Ben Van Meter, 1966); la grabación de uno de los hitos de la historia moderna de la tecnología, conocido por los frikis de la informática como “la madre de todas las demos”; el famoso discurso de Steve Jobs en Stanford en 2005; y una banda sonora formada por composiciones originales de Ramón Sender Barayón de los años sesenta, canciones de la escritora y cantautora Alicia Bay Laurel, y piezas de Albéniz interpretadas al piano por José Iturbi.
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