Curiosidades
Notas desde el Espacio infinito

Muchos objetos en la naturaleza, desde la geometría de una coliflor hasta el perfil de una montaña o las ramificaciones de los ríos, tienen un comportamiento fractal, es decir, poseen una estructura parecida a todas las escalas (esto es, la invariancia de escala), de manera que, observándolos a través de una lupa o de un telescopio, no notaríamos diferencia.
La mayoría de las estrellas son variables pulsantes (como lo es nuestro propio Sol), es decir, que su luminosidad varía periódicamente con el tiempo. Esto se debe a que ondas de densidad y temperatura que se generan en su interior llegan a la superficie de la estrella haciéndola oscilar, lo que provoca cambios en su brillo. Estas oscilaciones estelares forman patrones tridimensionales al igual que una cuerda de guitarra o la piel de un tambor en una y dos dimensiones respectivamente.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Astrofísica (IAA-CSIC), expertos de una rama de la astrofísica denominada astrosismología, ha analizado estas oscilaciones de luminosidad, tratando de clasificar las estrellas pulsantes en distintos tipos, cada uno con una determinada estructura interna y propiedades físicas, de la misma forma a través de la cual nuestro oído puede identificar distintos instrumentos musicales en una orquesta, y por ende, las propiedades de cada uno de aquellos, como el material o las dimensiones.
Pero en el trasfondo de la música estelar hay más. Como explican Juan Carlos Suárez Yanes, investigador del departamento de Física Teórica y del Cosmos de la UGR, y Sebastiano de Franciscis, del IAA-CSIC, “la música de una estrella pulsante resulta tener un continuo rumor susurrante de fondo, como un público molesto en una sala de concierto, que dificulta la escucha”.
Estos investigadores han estudiado por primera vez el ruido de fondo que existe en la luminosidad de las estrellas como un objeto fractal. Su trabajo ha descubierto propiedades fractales en la luminosidad de las estrellas pulsantes.
Caracterizar mejor las estrellas variables
Los investigadores han aplicado un algoritmo que se basa en el análisis armónico de Fourier (que estudia la representación de funciones o señales como superposición de ondas “básicas” o armónicos) de series temporales con propiedades fractales para aislar la música estelar del molesto ruido de fondo de una manera eficiente y sencilla. Esto permite depurar de la música estelar las oscilaciones que forman parte del ruido, y así identificar mejor y caracterizar las estrellas variables.
Gracias a este método, los investigadores pueden identificar y caracterizar mejor las estrellas variables. Se trata de un paso importante para entender cada vez más los mecanismos físicos que gobiernan las estrellas pulsantes, ya que ahora es posible ver más nítidamente en su interior.
Los animales se adaptan a duras penas al cambio climático

El cambio climático es una amenaza para las especies de animales, y las extinciones pueden impactar en la salud de los ecosistemas. Un equipo internacional de científicos, con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha evaluado más de 10.000 artículos científicos que relacionan los cambios en el clima de los últimos años con las posibles variaciones en los rasgos fenológicos (cambios en los ciclos biológicos) y morfológicos de las especies.
El trabajo, que se publica en la revista Nature Communications, indica que la adaptación de los animales al cambio climático no se da en muchos casos y que los cambios son generalmente insuficientes para hacer frente al vertiginoso ritmo de aumento de las temperaturas.
En la fauna, la respuesta más común al cambio climático es un cambio fenológico en eventos biológicos como la hibernación, la reproducción o las migraciones. Las alteraciones en el tamaño y la masa corporales y en otros rasgos morfológicos también se han asociado generalmente al cambio climático. No obstante, como confirma ahora este estudio, no muestran un patrón sistemático.
Tras revisar la literatura científica existente, los investigadores comprobaron si los cambios en los rasgos observados estaban asociados a una mayor supervivencia o a un aumento en el número de la descendencia. Una combinación de técnicas de metaanálisis y análisis de selección sobre rasgos del fenotipo mostró que “existe una selección consistente hacia una reproducción más temprana, lo que no supone una ventaja adaptativa”, recalcan los autores.
Una respuesta adaptativa incompleta
“Nuestro trabajo se ha centrado en las aves porque los datos en otros grupos eran escasos. Demostramos que, en las regiones templadas, las temperaturas en aumento están asociadas a variaciones en la cronología de los eventos biológicos. En concreto, estos eventos se adelantan en el tiempo”, indica la primera firmante del trabajo, la investigadora Viktoriia Radchuk, del Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (Alemania).
“La existencia de una respuesta adaptativa incompleta como la detectada sugiere que el cambio global estaría amenazando seriamente la persistencia de las especies”, asegura el investigador del CSIC, Jesús Miguel Avilés, de la Estación Experimental de Zonas Áridas, que ha participado en el estudio.
Más preocupante aún es el hecho de que los datos analizados incluyan especies de aves abundantes y comunes como el carbonero común (Parus major), el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) y la urraca común (Pica pica), que hasta ahora se creía que respondían relativamente bien al cambio climático.
“Una aplicación práctica que se deriva de este estudio es la necesidad de llevar cabo análisis de selección de este tipo para identificar el riesgo real de extinción de las especies”, agrega Avilés. Faltaría analizar, por tanto, las respuestas adaptativas que realizan especies raras o amenazadas porque es probable que estas sean todavía más limitadas y que la persistencia de sus poblaciones resulte afectada.
Los científicos esperan que sus resultados y la compilación de los datos sirvan para impulsar estudios que profundicen en la resiliencia de las poblaciones de animales ante el cambio global y contribuyan a mejorar las predicciones. De este modo, se podrá orientar las futuras acciones sobre conservación de la fauna.
Las cobayas económicas

La recreación artificial de estímulos en un laboratorio para analizar la reacción de los sujetos, ha sido abordada por investigadores de la UNED a fin de exponer los pros o contras del método experimental en el ámbito de las Ciencias Sociales y sobre todo, en la economía. Sus aportaciones se han publicado en la revista Philosophy of the Social Sciences.
La investigadora María Jiménez Buedo, autora principal del artículo y profesora de Filosofía en la UNED, explica que los humanos, a diferencia de las bacterias o los animales, siempre tienen una idea preconcebida del estudio al que se va a someter, fenómeno que es conocido como reactividad, y que ello afecta a los resultados. Esta reactividad puede a veces ser una amenaza para la validez de los resultados.
Otro impedimento, señala Jiménez Buedo, es que “hay un problema al trasladar o al extrapolar los resultados que obtenemos en el laboratorio”, es decir, que los resultados obtenidos no se darían en los entornos reales del sujeto. En este contexto la autora insiste, “la artificialidad puede ser un impedimento para esa extrapolación y hace que el resultado de los experimentos no tenga validez”.
Tras estas reflexiones una de las principales conclusiones es que la economía experimental debe prestar más atención a la reactividad. Este campo de estudio debe ser abordado porque, apunta, durante muchos años se dijo que las ciencias sociales no podían ser experimentales, si bien ahora hay una gran abundancia de experimentos en este área de conocimiento. Sobre todo, en economía, donde ahora son frecuentes los experimentos de laboratorio: “Concluimos que los economistas deberían prestar más atención a cómo los sujetos construyen la tarea experimental y que deben tomar la reactividad como objeto de estudio”, indica Jiménez.
Además, los autores añaden que “la economía experimental ahora mismo no tiene herramientas conceptuales claras para tratar la reactividad y necesita construirlas; y para construir esas tareas consideramos que los filósofos también podemos ayudar”.
No obstante, frente a estas argumentaciones, los autores también defienden que esta relación entre reactividad y validez experimental es compleja y que no siempre es negativa, puesto que el experimentador puede utilizarla a su favor y que se puede jugar con algunos aspectos de la artificialidad pero, destaca, para profundizar en el estudio.
Esta investigación forma parte del proyecto Sesgos en experimentos con humanos en las ciencias sociales y biomédicas financiado por el Ministerio de Economía.
La estafa ingerida

Nunca antes tuvimos acceso a tanto flujo de información sobre salud. Internet, prensa escrita, medios audiovisuales… Las posibilidades son infinitas, lo cual no garantiza dar con datos veraces, objetivos, actualizados y comprensibles.
Los mensajes no basados en el conocimiento científico pueden empeorar los hábitos alimenticios de las personas. Así lo manifiesta la Fundación Española de la Nutrición (FEN) en su Libro blanco de la nutrición en España, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
“Dar continuidad a pautas equivocadas compromete el adecuado aporte de nutrientes y favorece la aparición de situaciones de malnutrición”. Es una de las advertencias presentes en el apartado de Errores, mitos y fraude en materia nutricional, elaborado por Ana María Troncoso (Universidad de Sevilla) y Juan Julián García (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición).
La grieta de los mitos
Hay tantísima información relacionada con los alimentos, sus bondades y sus defectos que muchas personas reaccionan con escepticismo. “Dado que las certezas de ayer son falacias de hoy, la población suele hacer caso omiso a mensajes que no se correspondan con sus esquemas cognitivos, gustos o estrategias identitarias”.
Estos son algunos de los factores que actúan en detrimento de una adecuada alimentación:
Variadas fuentes de información→ Internet, los mensajes no contrastados o interesados y los artículos en medios generalistas sin suficiente especialización dificultan que el ciudadano pueda acceder a una información veraz.
- Desconocimiento → Ya sea por falta de interés o por cualquier otro factor, el nivel medio de conocimiento en principios básicos de nutrición deja demasiado que desear en la mayoría de los casos. “La población no es capaz de distinguir los mensajes soportados en la evidencia científica de aquellos basados en la charlatanería”.
- Presión publicitaria → La publicidad influye –y mucho– en nuestros hábitos alimenticios. La autorregulación es un requisito para que la salud siempre esté por encima de cualquier otro interés. “Es fundamental lograr el compromiso de las empresas alimentarias para una promoción responsable mediante la aplicación de códigos de conducta”.
- Contexto socioeconómico → Este factor condiciona la forma de vivir de cada individuo. En general, buscamos una buena relación calorías/precio. “El consumo de alimentos con una alta densidad energética junto a la práctica de actividades sedentarias explican el incremento de la obesidad en países desarrollados”.
Con la comida no se juega
Las tan aclamadas dietas milagro prometen una rápida pérdida de peso, longevidad o mejora de capacidades cognitivas, pero… La realidad es que “inducen a restricción de energía y de nutrientes esenciales y conducen rápidamente a desequilibrios nutricionales”. No es el único efecto de los mitos y falacias en materia de nutrición.
- Mitificación de las proteínas como base de la alimentación → La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que no existen pruebas científicas para asociar el consumo de proteínas con ventajas en el control de peso.
- Denostación de determinados alimentos → Debemos valorar una dieta en su conjunto, y no cada producto por separado. “No podemos encasillar los alimentos como buenos o malos; el consumo esporádico de un alimento no tiene por qué transformar una dieta en incorrecta”.
- Pérdida de credibilidad de las fuentes de información contrastadas → Las fuentes autorizadas también sufren la falta de crédito. En consecuencia, buena parte de los ciudadanos ya no prestan atención a los mensajes nutricionales ni a los nuevos hallazgos científicos.
¿Qué hacemos?
Los mitos calan hondo por la ignorancia y la mejor receta contra la falta de conocimiento tiene su raíz en la educación, un factor “crucial para prevenir sobrepeso y obesidad”. La comunicación veraz y objetiva es el soporte adecuado de cualquier mensaje nutricional.
“El medio familiar, escolar y comunitario debe promover la educación nutricional y la práctica regular de actividad física”. ¿Objetivo? Que cada persona sea capaz de elegir correctamente los alimentos, así como las cantidades más adecuadas. Fomentar políticas y planes de acción destinados a mejorar los hábitos alimenticios es otra prioridad básica.
A su vez, la comunidad científica y las organizaciones profesionales deben colaborar con los medios de comunicación “para hacer llegar mensajes objetivos y basados en la evidencia científica, a fin de contrarestar la información engañosa y no contrastada”.
De la luz al pozo y viceversa

Helios Edgardo Quintas sufrió una profunda depresión y ha escrito un libro, “Momentos de lucidez. Cómo superé mi depresión”, para ayudar a los que la padecen revelando cómo logró salir del pozo y advertir de que “las posibilidades de contraerla son muy grandes y nadie está libre de padecerla”.
La depresión es una enfermedad que afecta, según la Sociedad Española de Psiquiatría, a entre el 8 % y el 15 % de la población mundial a lo largo de su vida y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2030 será la segunda causa de discapacidad.
Quintas, de 55 años, originario de Argentina y vecino de Cornellà (Barcelona) desde hace 12 años, ha explicado que en 2010 le diagnosticaron una depresión “que casi acabó” con su vida y que uno de los objetivos de escribir el libro es “ayudar a visibilizar la dolencia”.
En “Momentos de lucidez”, Quintas se desnuda emocionalmente y explica con detalles muy personales el proceso por el que pasó durante su depresión al tiempo que enumera distintos síntomas a través de los cuales la enfermedad puede manifestarse, para que los afectados y los que están a su alrededor puedan “comprenderla” y “pasen a la acción”.
Quintas explica lo que supuso el libro: “Un camino para poder ayudar a mucha gente que lo está pasando mal; cuando sufrí la enfermedad hubiera querido tener un libro así”, subraya.
El autor asegura que, aunque “hay cantidad de detalles cotidianos y síntomas descritos en los libros escritos por profesionales, nunca tratan el tema desde el punto de vista de la vivencia”, por lo que decidió escribir “Momentos de lucidez”.
Confiesa que el libro nace de unos primeros borradores redactados durante su tratamiento que le ayudaron a estudiar y a profundizar en el “por qué estaba enfermo”.
Pensamientos negativos
En su libro, el autor describe que cayó en la depresión con “un machaque de pensamientos negativos”, que sentía miedo de ser “un farsante” y que postergaba todo, además de padecer una “ira descontrolada” y enfadarse “por todo”.
“Hacía autocrítica maligna y no escuchaba opiniones”, confiesa Quintas, que sintió “soledad”, “sensación de peligro económico” y sufrió “indecisiones permanentes” con “una amargura constante, miedo y sensación de túnel y de desesperación”.
La pérdida de humor le llevó a estar mal con su familia y amigos, tenía insomnio, ardores estomacales, pérdida de memoria y concentración, le tiritaba la mandíbula, llamar por teléfono se le hacía una montaña, en la ducha le asaltaban los pensamientos negativos y llegó a perder su “plan de vida” para pensar en el suicidio.
Diagnóstico, terapia y tratamiento y hacer frente a su jefe para plantearle la idea de que tenía que dejar de trabajar un tiempo, para tratarse de la depresión fue “una de las pruebas más difíciles” que realizó en su vida, rememora.
“Fue muy duro reconocer que tenía que tomar medicación” para suplementar la terapia conductual que seguía, y que le ayudó a tener una nueva relación consigo mismo y con su entorno, ha recordado.
Desconocimiento de la depresión
Quintas cree que en la sociedad española hay “mucho desconocimiento” sobre la depresión ya que no toda la información se ha transmitido a los posibles afectados, “lo que contribuye a que los pacientes crean que es por su culpa”.
“La depresión ataca a todo el mundo. Es importante ver todas las situaciones de otra forma y es muy importante el apoyo de los profesionales, pero también de la familia y una participación activa por parte del afectado”, sentencia Quintas.
Agradece la labor de los médicos de cabecera, pero reprocha que “tendrían que estar mucho más preparados para detectar” y derivar a los pacientes a los especialistas que van a iniciar el tratamiento o poder “disponer de otras herramientas para la detección” de la depresión.
A un chasquido neuronal de la depresión

Para que aparezcan problemas de comportamiento, como ansiedad, agresividad, esquizofrenia o depresión, no hace falta que se produzca «una catástrofe» en el cerebro, sino un ligero desequilibrio entre neurotransmisores, moléculas que permiten el intercambio de información entre neuronas.
Esta es una de las conclusiones de un trabajo realizado en ratones, en el que sus autores, liderados por científicos del Instituto de Neurociencias de Alicante, constatan que detrás de este «desbalance» en el circuito neuronal está el gen Grik4, en concreto un exceso de dosis del mismo.
Para mantener una función cerebral adecuada es necesaria una buena regulación del equilibrio entre la transmisión sináptica -comunicación entre las neuronas- excitatoria e inhibitoria, lo que sería el equivalente al «acelerador y el freno», respectivamente, del sistema nervioso, recuerda el instituto alicantino en una nota.
Esto se logra con la liberación de las dosis adecuadas de sustancias químicas o neurotransmisores de uno u otro tipo -entre ellos, serotonina, dopamina, endorfinas, adrenalina, GABA o glutamato-.
Equilibrio roto
¿Qué pasa cuándo las dosis de alguno de estos neurotransmisores no son las adecuadas? Que el equilibrio en el circuito se rompe y aparecen patologías como la ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar o autismo, explica el investigador Juan Lerma, director del grupo de Fisiología Sináptica del Instituto de Neurociencias -centro del CSIC y la Universidad Miguel Hernández-.
En este trabajo se constata que la sobreexpresión del gen Grik4 afecta a la comunicación neuronal. «Hemos encontrado en la amígdala cerebral -vinculada a la agresividad, emociones, depresión o ansiedad- que la simple sobreexpresión de ese gen en las neuronas que componen el circuito produce un cambio en la eficacia de la comunicación entre esas neuronas», explica Lerma, quien detalla que se trata de una modificación ligera, no dramática, pero suficiente para que aparezcan problemas de comportamiento, «lo que llama la atención».
En concreto, el gen Grik4 es esencial para regular receptores del neurotransmisor excitatorio glutamato -relacionado con la información sensorial, motora y emocional, la memoria, etc-.
Esta investigación apunta que las alteraciones del comportamiento que caracterizan a las patologías como ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar o autismo, pueden tener un mecanismo común: un exceso en la tasa de liberación del principal neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central, el glutamato.
Amígdala cerebral
Y las manifestaciones que caracterizan a cada una de ellas dependerían del área del cerebro afectada por ese desequilibrio, en este caso la amígdala cerebral. «Hemos reproducido en modelos de ratón la duplicación de un fragmento del cromosoma 11, que contiene el gen Grik4, que se sabe ocurre en el autismo, y hemos visto que tiene un efecto en el comportamiento de los ratones semejante al que ocurre en humanos», aclara Lerma.
Los roedores portadores de esta duplicación muestran signos de depresión, ansiedad y alteraciones de la conducta social características de las personas con trastornos del espectro autista.
Aunque se trata de una investigación básica y queda mucho trabajo por delante, «nuestros resultados destacan que la actividad aberrante persistente dentro de los circuitos cerebrales puede ser la base de los comportamientos disruptivos asociados a la enfermedad mental en humanos».
Ahogo en el cosmos

Como si de una novela negra se tratara, los expertos señalan el «estrangulamiento» como la causa principal de la muerte galáctica, que se produce después de que las galaxias se vean privadas de la materia prima que necesitan para crear nuevas estrellas.
Los niveles de metales que contienen la galaxias muertas proporcionan un huella dactilar clave que hace posible determinar la causa de su muerte, hasta ahora se desconocía, según un estudio publicado en Nature por investigadores de la Universidad de Cambridge y del Real Observatorio de Edimburgo.
En el Universo hay dos tipos de galaxias, casi la mitad son galaxias «vivas», entre las que está la Vía Láctea, ricas en gas frío, en su mayoría hidrógeno, que necesitan para crear nuevas estrellas.
El resto de galaxias están «muertas», es decir que no pueden crear estrellas y además su concentración de gas frío es muy baja, pero hasta ahora no se sabía cual era la causa de la muerte de las galaxias, recuerda el estudio.
Los astrónomos habían adelantado dos hipótesis principales para explicar la muerte galáctica: o bien el gas frío es succionado repentinamente fuera de la galaxias por fuerzas internas o externas, o bien el suministro de gas frío de alguna manera se detiene «estrangulando lentamente a la galaxia, durante un periodo de tiempo hasta la muerte».
El equipo de investigadores usaron datos de la Sloan Digital Sky Survey para analizar los niveles de metales en más de 26.000 galaxias de tamaño medio.
«Los metales son un potente marcador de la historia de la formación de las estrellas. Cuantas más estrellas nacen en una galaxia más contenido de metal se puede detectar», explica el profesor del Laboratorio Cavendish y del Instituto Kavli de Cosmología de la Universidad de Cambridge, Yingjie Peng, autor principal del estudio.
Por ello, al observar los niveles de metales en las galaxias muertas debería ser posible saber cómo murieron, agrega.
Si las galaxias son «asesinadas» por una salida repentina del gas frío fuera de la galaxia, entonces el contenido de metal de una galaxia muerte debería ser el mismo que tenía justo antes de su muerte, pues la formación de las estrellas se pararía bruscamente.
Sin embargo, en el caso de la muerte por estrangulamiento la formación de estrellas puede continuar mientras el gas frío no se extinga del todo.
Los investigadores analizaron las diferencias estadísticas de contenido de gas frío entre las galaxias vivas y las muertas, lo que les permitió determinar la causa de la muerte de las mayor parte de las galaxias de tamaño medio.
El profesor Roberto Maiolino, uno de los autores del estudio, señala que han determinado que el contenido de metales en una galaxia muerta es «significativamente mayor» que en una viva con una masas similar.
«Esto no es lo que esperaríamos ver en el caso de una extracción repentina del gas y es consistente con el escenario del estrangulamiento», agrega.
Los investigadores probaron su hipótesis observando la diferencia de edad estelar entre las galaxias vivas y las muertas, independientemente del nivel del metales que contengan, y encontraron una diferencia de 4.000 millones de años, lo que está en línea con el tiempo que tardaría una galaxia viva en morir por estrangulamiento.
«Esta es la primera evidencia concluyente de que las galaxias son estranguladas hasta la muerte, indicó Peng, quien destaca: «aún desconocemos quién es el asesino, aunque tenemos algunos sospechosos».
De polígamos y megalópolis

La iglesia mormona reconoció por primera vez en su historia que su fundador Joseph Smith, tuvo entre 30 y 40 esposas, entre ellas una de 14 años, según una serie de ensayos oficiales que recogen varios medios estadounidenses.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como se denomina formalmente esta confesión religiosa con sede en el estado de Utah (EU), publicó la información en un ensayo que entonces pasó desapercibido pero que ahora recuperan varios medios locales y nacionales.
Hasta ahora, la religión mormona solo había reconocido una esposa -llamada Emma- al profeta que la fundó en el siglo XIX, y la revelación encaja con la práctica de poligamia que la iglesia abandonó formalmente en 1890, pero que ha seguido vinculándose con esa confesión en la cultura popular de Estados Unidos.
La difusión de esa información forma parte de un esfuerzo de la iglesia de ser más transparente respecto a su historia debido a las acusaciones que han surgido sobre el tratamiento de mujeres o las minorías dentro de la fe, según un análisis del diario Boston Globe.
Smith tuvo entre 30 y 40 esposas, de edades comprendidas entre los 14 y 56 años, aunque la mayoría de ellas estaban entre los 20 y los 40; y algunas estaban también casadas con amigos del profeta, según el ensayo.
Es probable que Smith no mantuviera relaciones con todas las mujeres porque muchas estaban «reservadas» para su esperado disfrute en el cielo, pero esa poligamia causaba un «sufrimiento insoportable» a su primera esposa, Emma, de acuerdo con el ensayo.
Smith se inclinó hacia la poligamia durante sus lecturas del Antiguo Testamento en 1831, cuando descubrió que muchas figuras bíblicas, como Abraham, David y Salomón, tenían más de una esposa.
«La misma revelación que le enseñaba sobre el matrimonio plural formaba parte de una revelación más amplia dada a Joseph Smith. El Matrimonio podía durar más allá de la muerte y ese matrimonio eterno era esencial para heredar la plenitud que Dios desea para sus hijos», sostiene el ensayo.
Se estima que unos 40 mil residentes de Utah mantienen hoy matrimonios polígamos, si bien la iglesia mormona insiste en que no son miembros de su confesión, que en 1890 rechazó la poligamia bajo presión del Gobierno estadounidense y desde entonces excomulga a quienes la practiquen.
Ciudades mormonas del futuro
Buscando documentos referidos a su religión para aprender más sobre ella, el empresario David Hall acabó encontrando unos textos de Joseph Smith, fundador de los mormones, en los que se describe detalladamente la creación de una ciudad. Tomándolos como referencia, y convencido de que ofrecen una solución a los problemas medioambientales del planeta, el empresario ha comenzado a adquirir tierras en distintos estados norteamericanos –principalmente en Vermont y Utah– y a invertir millones de dólares en desarrollar la tecnología necesaria para fundar comunidades que sigan el modelo detallado en los papeles.
“El proyecto empezó hace muchos años al descubrir los documentos de 1833. Cuando los estudié, vi que había muchas cosas que se pueden aplicar en nuestros días para intentar reducir nuestra huella de carbono”, concreta a Teknautas el magnate, que ha cimentado su fortuna en el negocio de los combustibles fósiles con su compañía Novatek, que capitaneó durante cuarenta años antes de venderla.
Los papeles con los que se topó el empresario, y que ha estudiado al detalle y de forma obsesiva durante los citadas cuatro décadas, relatan la visión que Joseph Smith y dos de sus colaboradores tenían para la creación de la llamada Ciudad de Sión. Según Hall, las especificaciones que aparecen en el texto ya fueron empleadas por el fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días –la iglesia mormona– para construir algunos edificios y mejorar algunas comunidades, aunque no con el nivel de detalle con el que él lo está haciendo.
Las comunidades diseñadas por este mormón de cuarta generación, siguiendo los preceptos de su líder, se construirán en forma de diamante, albergarán a 20.000 personas y funcionarán de manera autónoma. Incorporarán espacio industrial, agrícola, residencial y comercial y aprovecharán al máximo el territorio construido. Las azoteas de los edificios tendrán huertos y granjas urbanas y se empleará en ellas “la última tecnología”, para aumentar las ganancias y de paso evitar la expansión de enfermedades e insectos.
Los negocios se situarán en las plantas bajas y en los sótanos y los edificios estarán conectados por espacio peatonal por el que, además, discurrirán “cápsulas” encargadas de transportar a las personas mayores o con problemas de movilidad. Además, según sus planes, habrá instalaciones multiusos que se emplearán como escuelas, centros de conferencias y recintos deportivos.
Los documentos originales especificaban que el espacio necesario para cada persona serían 0.1 acres (unos 404 metros cuadrados). Hall, después de realizar sus propios cálculos, los ha reducido a 200 metros cuadrados por residente, solo 16 de los cuales corresponderán a la vivienda. “Nuestro trabajo es conseguir que esos metros no parezcan un espacio pequeño. Además, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, una familia de cuatro miembros dispondrá de cuatro veces ese espacio. El objetivo es que las distintas áreas de la vivienda se transformen muy fácilmente: de cocina a espacio de trabajo, de espacio de trabajo a comedor”, concreta.
Con este objetivo, los muebles que no se estén utilizando se almacenarán en trasteros de 4 por 4 metros que descenderán para quedar bajo el suelo, hasta que se vuelvan a necesitar y asciendan de nuevo hasta el apartamento. Además, toda la ciudad estará rodeada por bosques y naturaleza (“no controlada”, en palabras de Hall) que actuarán como barrera para evitar el crecimiento descontrolado. El ganado también se mantendrá en el exterior.
El sueño de Hall de crear una red de pueblos, comunidades y megalópolis sostenibles social y medioambientalmente pasa por desarrollar nueva tecnología que le ayude a rentabilizar el espacio y la actividad económica, a contaminar menos y a hacer un uso responsable de los recursos. Por ello ha fundado lo que él mismo denomina “un laboratorio de Edison moderno”, un centro de I+D en el que más de 25 empresas organizadas como una cooperativa trabajan en distintos proyectos y procuran producir las innovaciones necesarias para constuir los primeros distritos.
“Creamos rápidamente, fallamos y lo seguimos intentando hasta que tenemos éxito: ese es el método que estamos siguiendo para innovar rápidamente. Y al final conseguimos cosas que merecen la pena”, afirma Hall.
Nuevos tipos de plataformas elevadoras, que permitirán subir y bajar los muebles, paredes capaces de desplazarse, incubadoras de alimentos, sistemas de producción de energía que capturen el dióxido de carbono para que no llegue a la atmósfera, nuevos espacios de almacenamiento, persianas inteligentes e incluso un nuevo sistema wifi para mejorar las comunicaciones son solo algunas de las ideas que están desarrollando los más de 200 empleados del centro. “Tenemos montones de iniciativas en el laboratorio de Edison”, remarca el multimillonario mormón.
Pero la tecnología no es lo único en lo que invierten su tiempo y sus energías. Hall y su equipo han desarrollado un sistema económico que permitirá mantener a estas comunidades, que también tendrán su propio modelo organizativo, subordinado, eso sí, a las leyes federales y de cada condado y estado.
“Tendrán una estructura corporativa. En cada comunidad entrarán unos 100 negocios, que tendrán que emplear a una media de diez personas”, explica Hall. Respecto a la organización, cada comunidad estará gestionada por una junta en la que habrá una pareja casada, una mujer soltera y un hombre soltero, para representar, según el empresario, los distintos modos de vida de la sociedad.

Canalizando sus esfuerzos a través de la fundación New Vista y armado con la fortuna que ha amasado durante su larga trayectoria empresarial, Hall ya ha invertido 100 millones de dólares (88 millones de euros) en el proyecto, y planea gastar al menos otros 150 millones de dólares (132 millones de euros) antes de lanzarse a conseguir que contribuyentes, empresas y particulares le ayuden a financiar los 3.000 millones que costaría desarrollar una comunidad completa de 20.000 personas.
“Todavía no hemos construído ninguna comunidad”, aclara. “Espero que en los próximos cinco años tengamos prototipos de edificios por los que la gente pueda pasearse. De aquí a siete o diez años espero haber construido el espacio necesario para 100 personas, en lo que yo llamo un distrito, y en quince años quiero que ya haya una comunidad completa en alguna parte”, especifica.
Aunque Hall se centra en la lucha contra el cambio climático y en la necesidad de reducir la huella de carbono cuando habla del proyecto, el origen religioso de su propuesta ha alarmado a los residentes de las zonas en las que su fundación, de forma silenciosa pero constante, ha ido adquiriendo tierras. Los pobladores de Sharon (Vermont), lugar de nacimiento de Joseph Smith donde la Fundación New Vista ya ha comprado 900 acres de terreno (más de 360 hectáreas), miran la propuesta con recelo y ya la han criticado abiertamente.
Mientras tanto, el empresario remarca que, aunque los papeles fueron el origen de su idea, las comunidades no están basadas en su religión, y explica que su objetivo es que mormones y no mormones convivan en sus ciudades futuristas. De momento, pese a lo alocadas que puedan sonar sus ambiciones, su poder económico, su gran convicción y la enorme inversión que está realizando en tecnología hacen que la creación de estas comunidades no se queden solo en un sueño de Joseph Smith o en un puñado de planes idealistas de Hall, sino que tenga posibilidad de materializarse como modelo alternativo.
Recital en la sustancia blanca del cerebro

La estructura de la sustancia blanca del cerebro refleja la sensibilidad musical. Así concluye un estudio del grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (UB-IDIBELL).
El trabajo, publicado en el Journal of Neuroscience, muestra que la conectividad de la sustancia blanca, el tejido a través del cual se comunican las distintas áreas del sistema nervioso central, es clave para entender por qué nos gusta o no la música. Además, confirma que para que las personas sientan placer musical es necesario que las estructuras cerebrales relacionadas con la recompensa a los estímulos trabajen conjuntamente con las vinculadas a la percepción.
El investigador de la UB Josep Marco Pallarés lidera este estudio, en el que también han participado Antoni Rodríguez Fornells (UB-IDIBELL-ICREA), Noelia Martínez Molina, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), Ernest Mas Herrero y Robert Zatorre, de la Universidad McGill de Montreal (Canadá).
Escuchar música se considera como una actividad gratificante en todo el mundo, pero trabajos anteriores de este grupo han demostrado que existe una gran variabilidad individual al respecto: desde personas que prácticamente no podrían vivir sin la música, hasta personas que no obtienen ningún placer de ella, una condición que se ha llamado anhedonia musical específica.
Según Marco Pallarés, “este fenómeno se da en población sana, sin ningún tipo de patología. Las personas con anhedonia musical específica disfrutan de otros estímulos placenteros (como la comida, o las recompensas monetarias), pero no son sensibles a la recompensa musical”.
El estudio de la anhedonia musical específica determinó que las diferencias individuales en cuanto a la recompensa musical estaban relacionadas con la conectividad funcional —los patrones de activación neuronal de distintas regiones cerebrales— entre las áreas de percepción auditiva: en concreto, entre la corteza supratemporal y un área clave en el procesamiento de la recompensa, el estriado ventral. Es decir, que la sensibilidad musical dependía del trabajo conjunto de estas dos áreas.
Estudiar las conexiones cerebrales
El objetivo de la nueva investigación fue averiguar si la sensibilidad a la música se veía determinada por cómo se conectan las áreas de procesamiento perceptivo y las áreas del circuito de recompensa. El experimento se hizo con 38 voluntarios sanos utilizando la técnica de resonancia magnética por difusión, que permite reconstruir la estructura de la sustancia blanca cerebral, es decir, los haces de sustancia blanca que conectan las diversas regiones cerebrales.
La sensibilidad a la música de los participantes se determinó mediante la puntuación obtenida en un cuestionario desarrollado por el mismo grupo, el Barcelona music reward questionnaire (BMRQ).
Después, durante la sesión de resonancia magnética, los participantes tenían que escuchar fragmentos de canciones del género clásico y proporcionar valores de placer en una escala del 1 al 4 en tiempo real.
Para controlar la respuesta cerebral ante otros tipos de recompensa, los participantes también debían jugar en una actividad de apuestas monetarias en que podían ganar o perder dinero real.
El hecho de que ninguno de los participantes mostrara una puntuación baja en las escalas de recompensa general es una demostración de que las diferencias individuales en el procesamiento de la recompensa estaban restringidas al dominio musical y no afectaban a otros estímulos.
Los resultados del experimento muestran que existe una relación entre los haces de sustancia blanca que conectan el área de percepción musical y la actividad del sistema de recompensa.
Para Marco Pallarés, “el estudio demuestra que la sensibilidad hacia la música está relacionada con los haces de sustancia blanca que conectan, por un lado, la corteza supratemporal con la corteza orbitofrontal y, por otra parte, la corteza orbitofrontal con el estriado ventral”.
“El hecho de utilizar la corteza orbitofrontal —continúa el investigador— se debe a que no existen haces de sustancia blanca que conecten de forma directa la corteza supratemporal y el estriado ventral y, por tanto, las áreas de procesamiento perceptivo y las áreas del circuito de recompensa deben conectarse a través de otra estructura”
¿Por qué solo existe la anhedonia musical?
Estos resultados resaltan la necesidad de ampliar el foco de estudio para entender el funcionamiento del sistema de recompensa del cerebro. “No podemos limitarnos a estudiar solo la red de recompensa, sino que necesitamos conocer cómo acceden los diferentes estímulos a ese sistema de recompensa. Ello podría ser clave para entender por qué hay anhedonias específicas respecto a un determinado estímulo como la música, pero no respecto al resto de estímulos, como el juego o los alimentos, lo que podría tener aplicaciones en la comprensión de ciertas patologías relacionadas con adicciones específicas o anhedonias específicas hacia un cierto estímulo”, concluye Marco Pallarés.
Hilda Krüger, la Mata Hari nazi

Hilda Krüger, atractiva y sofisticada actriz alemana, fue la protagonista uno de los episodios más extravagantes a mediados del siglo XX. Admirada por Joseph Goebbels, el omnipotente ministro de Propaganda de Hitler, partió a Estados Unidos, primero, con la aparente intención de seguir su carrera en Hollywood.
Pero poco tiempo después se dirigió a México, dejando atrás intensas relaciones con el magnate J. Paul Getty y Gert von Gontard, heredero del emporio cervecero Anheuser-Busch. La vida y obra de esa espía nazi está en México a través de la novela de espías “Hilda Krüger”, que sorprende por un rasgo esencial: todo lo que narra, ocurrió.
Hilda Matilde Kruger Grossmann nació en Colonia, Alemania, el 9 de noviembre de 1912. Comenzó su carrera como actriz desde niña actuando en obras de teatro escolares. Durante su juventud participó en películas mediocres del cine alemán cuando estaba bajo el control del poderoso jefe de propaganda nazi Joseph Goebbels, quien convirtió a la actriz en su amante. Salió expulsada de Alemania en 1939, cuando Magda Goebbels descubrió la infidelidad de su marido. Viajó a los Estados Unidos donde intentó incursionar en Hollywood. En la meca del cine le ofrecieron sólo papeles secundarios.
En Los Ángeles se hizo amante de dos multimillonarios que se rindieron ante su belleza: el petrolero Jean Paul Getty y un heredero de la familia Anheuser-Busch, los dueños de la cervecera Budweiser. La cómoda, espectacular y lujosa existencia que le ofrecían los millonarios con propuestas de matrimonio no fue suficiente para eliminar su pasión nacionalista de contribuir a la grandeza de la Alemania Nazi. Hilda, como gran parte del pueblo alemán, fue seducida por el futuro luminoso que prometía el Führer: un Tercer Imperio (Reich) de mil años, similar al de Roma y Constantinopla.
El destino le reservó un mejor papel acorde a su deseos cuando los servicios de Inteligencia del ejército alemán le solicitaron que colaborara con los oficiales que realizaban importantes misiones en México. Es en febrero de 1941 que la actriz se mudó al Distrito Federal por lo que demandaba su patria: mandar petrolero mexicano de contrabando al puerto de Hamburgo; monitorear los movimientos militares de los Estados Unidos; realizar espionaje industrial y enviar toneladas de metales estratégicos para la guerra, entre otras acciones. Para proteger esas actividades, Hilda se metió a la cama de importantes funcionarios mexicanos. El principal: el secretario de Gobernación Miguel Alemán Valdés.
Un año después Hilda es descubierta por el contraespionaje estadounidense. Fue encarcelada por breve tiempo. Para evitar su extradición, Miguel Alemán le arregla una boda con un nieto del exdictador Porfirio Díaz: Ignacio de la Torre. Tras abandonar el espionaje inició su carrera en el cine mexicano participando en cuatro películas. También incursionó en la historia de México, la escritura, y abandonó a su “marido” para retornar a la maravillosa vida de los multimillonarios: se casa con Julio Lobo Olavarría, el “Rey del Azúcar”, dueño de una fortuna en Cuba. Julio e Hilda se divorciaron al año. Su matrimonio le dejó un lujoso apartamento frente a Central Park, en el edificio Hampshire House, que le había regalado su marido. Ahí transcurrieron sus últimos días antes de viajar al descanso eterno.
Se trata de la más reciente entrega editorial de Juan Alberto Cedillo, autor de «Los nazis en México». Con estricto apego a la realidad histórica, señala que en la capital mexicana esa espía habría de ganarse los favores de connotados políticos, principalmente Miguel Alemán, secretario de Gobernación del entonces presidente Manuel Avila Camacho.
Alemán era el previsible candidato a la presidencia. Pocos conocían el velado objetivo de la hermosa rubia, que era obtener información clave para el régimen nazi, destaca el libro que continúa la lista de obras notables en el panorama de la investigación histórica, como «Los nazis en México» o «La Cosa Nostra en México», llevada a la televisión por History Channel.
Cedillo novela con minucioso detalle las andanzas de Krüger en una compleja operación de espionaje durante la II Guerra Mundial, que incluía redes de comunicación por todo el continente y vínculos con ciudadanos de origen alemán radicados en México, para llevar a cabo atentados y sabotajes y procurarle al Reich secretos industriales y materias primas bélicas, además de proyectos para incursionar en Estados Unidos y cambiar la historia.
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