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Respeto para la «Reina del Soul»

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Aretha Franklin, durante una sesión de grabación para Atlantic Records
Aretha Franklin, durante una sesión de grabación para Atlantic Records

Referente en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y de la liberación femenina, Aretha Franklin es una de las artistas más influyentes de las últimas décadas, y la mejor cantante de la historia, según la revista ‘Rolling Stone’. La ‘Reina del Soul’ ha anunciado que se retira de los escenarios.

El de reina del Soul es un título que se le queda pequeño a Aretha Franklin, una artista cuya influencia trascendió más allá de la música para ser un símbolo de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos y también de la lucha feminista con ‘Respect’, que en la voz de Franklin se convirtió en uno de los himnos de las reivindicaciones sociales de los años 60 del pasado siglo.

“Nadie encarna de forma tan completa las conexiones entre el espíritu afroamericano, el r&b y el rock and roll. La forma en que las dificultades y el dolor se transforman en belleza, vitalidad y esperanza. Norteamérica brota cuando Aretha canta”, escribió Barack Obama al director de ‘The New Yorker’, de la voz que para él sintetiza todas las vivencias del país.

‘Chain of fools’ y ‘Think’ también se convirtieron en himnos de lucha por la igualdad, aunque Aretha siempre ha minimizado su influencia en aquella ola feminista de los 60 a la que puso banda sonora. “Ese es el papel de Gloria Steinem, no creo que yo fuese el catalizador de todas esas mujeres. ¿Y si lo fui? Pues mucho mejor”, reconoció la diva a la revista Rolling Stone.

Aretha se convirtió en símbolo de las mujeres que querían romper cadenas sólo con su música, sin necesidad de encabezar manifestaciones, sin necesidad de grandes discursos, de la misma forma que fue un referente de la lucha racial, especialmente desde que interpretó ‘Precious Lord’ en el funeral de Martin Luther King.

La revista musical ‘Rolling Stone’ eligió a Aretha Franklin mejor cantante de la historia y la novena artista más influyente; además ha recibido la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad, y 18 premios Grammy, entre ellos el que se le concedió como homenaje a toda su carrera en 1995. Además fue la primera mujer en ingresar en el Salón de la Fama del Rock, en 1987.

Como otras muchas grandes voces de la música negra, los comienzos de Aretha Franklin están en el gospel, y sobre esas raíces se sustenta la carrera musical de la gran diva del soul.

Hija del reverendo Clarence LeVaguhn Franklin – ‘la voz del millón de dólares’-, y de la cantante de góspel Barbara Franklin, Aretha Louis Franklin nació en Memphis (Tennesse) el 25 de marzo de 1942, y creció en Detroit (Michigan), después de que su madre abandonara la familia cuando Aretha tenía seis años.

Franklin, en una imagen de los primeros 70
Franklin, en una imagen de los primeros 70

Comenzó su carrera junto a sus hermanas Carolyn y Erma, con quienes cantaba habitualmente en la iglesia en la que predicaba su padre, impulsor desde el púlpito, como otros predicadores, de la lucha por los derechos civiles y uno de los principales confidentes de Martin Luther King, al que en 1963 ayudaría a preparar la ‘Marcha por la Libertad’.

Por aquel entonces los Franklin eran una de las familias prominentes entre los afroamericanos de Detroit, y la cantante se codeaba con genios de la música religiosa como Clara Ward, James Cleveland, Mahalia Jackson y Sam Cooke, y con apenas 14 años la cantante -y pianista autodidacta- grabó su primer disco, ‘The Gospel Soul of Aretha Franklin’.

Aretha abandonó el circuito góspel cuando se fue a Nueva York y comenzó a grabar jazz para Columbia en 1960.

“No creo que desmereciese a Dios cuando decidí cambiar de estilo, al fin y al cabo, el soul nació con la esclavitud y el sufrimiento de mi pueblo”, diría la cantante del cambio en su carrera musical años después.

Con Columbia grabó diez discos en apenas seis años, una época prolífica en la que lo más destacado fue su tributo a Dinah Washington, aunque a pesar de la cantidad de canciones grabadas, su único éxito en las listas pop fue la canción ‘Rock-a-bye your baby with a Dixie Melody’.

En 1996 Aretha firmó con la discográfica Atlantic y, de la mano de Jerry Wexler, Arif Mardin y Tom Dowd, comenzó a grabar las canciones que la convertirían en la gran diva de la música Soul: ‘I never loved a man (the way I love you)’, ‘Respect’, ‘Baby I love you’, ‘Chain of fools’, ‘Since you’ve been gone’ – todas número uno – y otros nuevo singles lanzados entre 1967 y 1968.

Su primer álbum con Atlantic, ‘I never loved a man the way I love you’ (1967) la lanzó a la fama internacional gracias, sobre todo, a ‘Respect’, y ése año grabó otros tres discos, e incluso versionó el ‘Satisfaction’ de los Rolling Stones.

En 1968, los discos ‘Lady soul’ y ‘Aretha Now’ la reafirmarían como la indiscutible reina del soul, con canciones como ‘(You make me feel like) a natural woman’, ‘Chain of fools’, ‘(Sweet sweet baby) Since you’ve been gone’ y ‘Think’.

Este tipo de música vivía su mejor época a la vez que Aretha hacía grande su figura en Estados Unidos y en Europa, donde la artista grabó un disco en directo (‘Aretha in Paris’), en una prolífica época en la que, además de grabar temas originales, siguió versionando a otros músicos, entre ellos a The Beatles, y siguió cosechando éxitos con canciones como ‘I say a little prayer’, ‘Call me’, ‘Spanish Harlem’ o ‘Until you come to me’.

En junio de 1968 la revista ‘Time’ la llevó a su portada, otro hito de Franklin, que fue la primera mujer negra en aparecer en la primera página de la prestigiosa publicación, que sacó a la luz detalles de la casi secreta vida personal de la cantante, casada desde 1961 con Ted White y madre de tres hijos, Clarence, Edward y Teddy Jr, los dos primeros nacidos antes de su matrimonio, cuando Aretha era adolescente.

Se divorció un año después, y en 1970 tuvo a su cuarto hijo, Kecalf, con Ken Cunningham. En 1978 se casó con Glynn Turman, del que se divorció seis años después.

Aunque tras la edad dorada del soul y el ‘boom’ de los primeros años en Atlantic llegó un inevitable declive, la estrella de la diva nunca llegó a apagarse, aunque tuvo que reinventarse para adaptarse a los nuevos tiempos, con canciones más bailables y algún experimento con la música disco, hasta tomar definitivamente un tono más pop, aunque nunca abandonó el Soul.

La diva del Soul, junto a The Blues Brothers
La diva del Soul, junto a The Blues Brothers

Su aparición en la película ‘The Blues Brothers’ (1980), en la que cantó ‘Respect’ y ‘Think’, marcó el comienzo de una nueva etapa para Aretha, que por entonces cambió de discográfica y firmó con Arista, acuerdo que finalizó ya con el nuevo siglo, cuando la artista puso en marcha su propio sello discográfico, Aretha Records.

A lo largo de su carrera Franklin ha colaborado con los artistas más relevantes, entre ellos Frank Sinatra, James Brown, Lauryn Hill, Elton John, Gloria Estefan, Whitney Houston, Mariah Carey o George Michael, una larga lista de duetos que ha contribuido a agrandar su leyenda.

Aretha: From these roots’ es el título de la autobiografía -escrita con David Ritz – que la artista publicó en 1999, en la que por primera vez habló de su vida personal, que siempre ha permanecido fuera de los focos.

Entre los momentos más memorables de la artista, muestra de su relevancia cultural y de su influencia, su participación en la toma de posesión del presidente Bill Clinton en 1993, cantando ‘I dreamed a dream’, y, sobre todo, en la del presidente Barack Obama, en 2009, cantando ‘My Country ‘tis of Thee’ para otro símbolo de la lucha por los derechos civiles.

Aretha Franklin es historia de la música y su voz, uno de los mayores valores del patrimonio cultural estadounidense tanto, que el Consejo del Milenio de la Casa Blanca eligió ‘Respect’ para incluirlo en una cápsula del tiempo en la que se preservan importantes logros culturales para las generaciones futuras, e incluso ha sido declarada “patrimonio natural” por el Estado de Michigan.