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Jazz de ranas de camisas hawaianas

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Martin Denny (primero por la derecha), en una imagen rescatada de los días de exotismo, jazz y experimentación
Martin Denny (primero por la derecha), en una imagen rescatada de los días de exotismo y experimentación

Martin Denny fue el líder de la banda que mezcló el jazz despreocupado con la instrumentación polinesia y los ruidos de la jungla para ejemplificar el sonido «exótico» que se extendió por los suburbios de Estados Unidos en los años 50 y 60.

Nacido en Nueva York, el Sr. Denny realizó numerosas giras con grandes bandas en la década de 1930, sirvió en Army Air Corps durante la Segunda Guerra Mundial y, a mediados de los años 50, se encontró en Hawai con el azar en el Hawaiian Village Hotel en Waikiki. Su grupo, un cuarteto que también contó con la presencia de Arthur Lyman en el vibráfono, tocó alrededor de una piscina en el hotel en un entorno natural, realizando arreglos suaves de canciones populares con un instrumento extraño o dos de Hawai o lugares en Asia y el Pacífico Sur. Pero la serendipia agregó el ingrediente que se convertiría en la firma musical del Sr. Denny.

«Una noche estábamos tocando esta melodía y de repente me di cuenta de que estas ranas comenzaron a croar: ribbet, ribbet, ribbet», recordó Denny en una entrevista. «Como una broma, los muchachos comenzaron a hacer estas llamadas de pájaros, como una especie de vuelta a la jungla’. Y todos se burlaron. Fue solo una broma».

Pero el truco fue más allá, y pronto el Sr. Denny y su banda comenzaron a salpicar las presentaciones con llamadas de animales e instrumentos musicales cada vez más extraños, incluyendo caracolas, gongs indonesios y birmanos, kotos y boobams japoneses.

La grabación de Denny de «Quiet Village» de Les Baxter (un majestuoso tema para piano rodeado por una crujiente percusión isleña de un instrumento) contó con un sinfín de gritos de jungla suministrados por su banda y se lanzó como single en 1958, llegando al Top 5 de las listas de éxitos de Billboard. Su primer álbum, «Exotica», con la imagen de una sensual modelo de etnia indeterminada que se asoma a través de una pantalla de bambú, permaneció en el número 1 durante cinco semanas en 1959.

«Exotica» y álbumes sucesivos con títulos como «Forbidden Island», «Afro-Desia» y «Primitive» proporcionaron la banda sonora de la tendencia de la polinesia estilizada: tazas de tiki, camisas hawaianas y el bikini, a principios de la Guerra Fría. Al igual que Esquivel, el estrafalario compositor mexicano y el Sr. Lyman, quien tuvo una exitosa carrera en solitario, el Sr. Denny hizo un uso emprendedor del novedoso estéreo en los arreglos de sus grabaciones, que permitió que los bongos y los pájaros llenaran los espacios con sonidos envolventes, y así establecer más vívidamente la ilusión sónica de una parada tranquila en una isla paradisíaca inocuamente exótica.

«Exotica» tiene algo más que una importancia histórica. Las canciones son todas excepcionales. Basado en el jazz y el folk, este es un ejemplo temprano de música que altera la mente, porque el álbum sitúa al oyente en un estado de ensueño con todas sus melodías y los efectos de sonido que recuerdan a los animales salvajes en los árboles de la jungla. La base rítmica está arraigada en la música latina, desde el mambo a través de la samba hasta la bossa nova, se encuentran todas las formas latinoamericanas de música de baile combinadas con los elementos del bebop.

Los instrumentos de percusión asiáticos y las armonías también se encuentran en este álbum. Hay melodías coloridas que te hacen pensar en la cultura japonesa, pero cuando al escuchar atentamente, se reconocen melodías que encajarían bien con las bandas sonoras de películas del oeste de EE. UU. El «Easy Listening» de los años 50 viene como el último ingrediente y la guinda del pastel.

Justo al mismo tiempo, cuando este álbum llegó a ver la luz del día, otro movimiento llamado «space age» irrumpió con un estilo igualmente soñador pero más orientado a la ciencia ficción. Algunas de estas influencias electrónicas pulsantes pasaron por el compositor y director de orquesta Martin Denny mientras creaba esta obra maestra, por lo que es posible hacer sonar este disco para volar de vez en cuando, si bien el viaje siempre termina en una hermosa isla en el océano Pacífico sur, donde las chicas guapas y los chicos bailan ritmos salvajes de sangre caliente. Y esta alma salvaje arde profundamente en la música que se encuentra en «Exotica».

Su música, junto con la de Esquivel y otros, se desvaneció en popularidad con la expansión del rock  en los años 60, pero encontró una audiencia clandestina en coleccionistas de discos y músicos marginales, y luego disfrutó de un renacimiento completo décadas más tarde como «kitsch». . El grupo pionero de música industrial británico Throbbing Gristle dedicó su álbum «Greatest Hits» al Sr. Denny, y en los años 90 bandas de artistas como Stereolab, Air, Combustible Edison y Stereo Total explotaron la era exótica.

Residente de Hawái durante mucho tiempo, el Sr. Denny continuó actuando hasta poco antes de su muerte, y nunca dejó de promover la vida en la isla y la libertad que Hawai le brindó para hacer un nuevo tipo de música a una distancia segura de las capitales del negocio de la música.

Otros mundos, otros sonidos

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Esquivel fue uno de los abanderados del "lounge" y sus arreglos llamaron la atención de músicos consagrados como Henri Mancini
Esquivel fue uno de los abanderados del «lounge» y sus arreglos llamaron la atención de músicos consagrados como Henri Mancini

Dicen que Juan García Esquivel (1918-2002) inventó la música lounge, ese estilo tan fresco de tocar jazz, que combinó entre otros géneros mambo y bossa nova, para darle un ritmo más cadencioso, ideal para la pista de baile. Género que sin duda suena mexicano, o mejor dicho galácticamente mexicano.

Poco ha sido reconocido en su país y mucho alrededor del mundo. Juan García Esquivel fue famoso por musicalizar películas y series de televisión en Universal Studios, pero también por protagonizar inmejorables conciertos de la mano de su orquesta (principalmente en el casino de Las Vegas). Destaca su incursión en el soundtrack de Odisea burbujas, La mujer biónica, Harry y los Hendersons y Guardianes de la bahía, Los ángeles de Charlie, Los Picapiedra y Alfred Hítchcock, por mencionar unas cuantas.

Esquivel fue un hombre adelantado a su época. A los 14 años era pianista de la estación de radio XEW-AM –una de las primeras en oírse por toda la Ciudad de México–, y a los 18 ya dirigía una orquesta de 22 integrantes junto a los que musicalizaba otros programas de radio. Estudió ingeniería en electrónica en el Instituto Politécnico Nacional, y utilizó sus conocimientos para inventar otros sonidos y formas de grabar su propia música: “Alguna vez hasta mandé tirar una pared, para aprovechar el clima del exterior”, advirtió. Precisamente de esta semblanza entre música, creatividad y tecnología surgió su estilo musical por excelencia, el llamado space age pop, que no es sino otra de las formas de llamar al lounge.

El space age pop o pop de la era espacial fue la forma en que los intérpretes traducían su música, un sonido acertadamente del futuro. Y a pesar de que este género no fue creado de manera voluntaria sino espontánea –como todas las grandes aportaciones de los músicos universales–, se trata de un estilo que literalmente refiere al encuentro espacial y tecnológico que se daba en la época, y que tuvo gran influencia en la manera en que se grababa la música. Sin embargo, en una entrevista para El Universal, Esquivel corrigió con acentuado sarcasmo:

“Le dicen música del espacio, pero cuando la escribí no pensaba hacer nada futurista. También le llaman easy listening (fácil de escuchar), pero no creo que sea fácil de escribir”.

Nacido en la ciudad de Tampico, Tamaulipas, el 20 de enero de 1918, Juan García Esquivel inició sus estudios de piano en la Ciudad de México cuando contaba apenas con 10 años de edad.

Al cumplir los 14, él mismo se inició en la composición, con lo que demostró ser un niño prodigio de la música con gran interés por la tecnología, lo que le permitió realizar piezas que se adelantaron a su tiempo.

Pronto, a los 17 años dirigió una orquesta de 30 piezas, que fue la de estación radial XEW-AM y mientras desarrollaba sus habilidades musicales paralelamente se graduó de la Facultad de Ingeniería del Politécnico, hecho que le ayudó a experimentar con la electrónica.

Fue en la XEW, donde el músico se la pasó componiendo arreglos para el programa cómico de Arturo «el Panzón Panzeco» Manrique y en ésa misma época muchos de sus ‘jingles’ llegaron a ser muy populares anunciando productos comerciales.

De acuerdo con sus biógrafos, en 1956 grabó en México su primer disco con efectos y de ambiente en vivo llamado «Las Tandas de Juan García Esquivel» y luego realizó la banda sonora de la película «Cabaret Trágico», en el que logró una mezcla magistral de ritmos tropicales con el jazz.

En 1958, fue contratado por la empresa estadounidense RCA Victor a fin promocionar las nuevas consolas estereofónicas con discos de su autoría, como «To Love Again».

A lo largo de 10 años en esta empresa logró grabar un total de 11 discos de larga duración en los que plasmó su genialidad musical al realizar composiciones y arreglos tan adelantados para su época, entre ellos «Other Worlds, Other Sounds» y «Four Corners of the World».

Solamente un público muy exclusivo respecto a gustos musicales, como Henry Mancini, Frank Sinatra y Walt Disney, quienes fueron sus más fervientes admiradores, lograron reconocer la música de ‘Esquivel’, como fue conocido en Estados Unidos, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.

Todos ellos solían acudir a los espectáculos que Esquivel y su Orquesta brindaban en los mejores hoteles y casinos de Las Vegas, pues en su música se puede apreciar toda la extravagancia y la calidad de sus arreglos muy reconocidos en su álbum «Latin-esque» producción con la cual hizo realmente su entrada en el sonido Stereo.

En este disco, Esquivel creó juegos musicales muy peculiares e innovadores entre los sonidos creados por aparatos electrónicos y su combinación con instrumentos inusuales en orquestas.

Para crear tales sonidos ‘esquivelezcos’, el compositor y arreglista mexicano usó dos orquestas que grabó en estudios separados, apoyado en la coordinación por Stanley Wilson.

En la década de 1990, la música Pop de la Era Espacial, de la cual Esquivel es el rey indiscutible, tomó auge como ‘Lounge Music’ y fue cuando este genio fue reconocido mundialmente por las élites musicales de la comunidad alternativa.

Su fama quedó plasmada en revistas de corte internacional como ‘Rolling Stone’, la cual lo entrevistó en exclusiva y personalidades actuales como Matt Groening, creador de ‘Los Simpsons’; Bono, voz y líder de la banda de rock inglesa U2; Quentin Tarantino, afamado cineasta; por nombrar algunos, han reconocido haber sido influenciados por la obra de Juan García Esquivel.

Sin embargo, la esencia ambiental de los sonidos esquivelezcos fue retomada por el compositor italo-americano Henry Mancini y lo adaptó exitosamente en las bandas sonoras de Hollywood: pronto lo incluyó exitosamente en su producción orquestal como música ambiental en los ’60.

Henry Mancini fue el primer compositor de bandas fílmicas más exitoso a nivel mundial y difundió el ahora denominado lounge con mayor éxito gracias al apoyo de los grandes consorcios transnacionales: por ello el estilo creado por Esquivel no tuvo el mismo eco referencial en su momento, de hecho, ni siquiera en su patria.

Actualmente, toda la discografía del tamaulipeco es ampliamente recomendada y, en particular, el disco compilatorio que realizó BMG en 1998 -«Loungecore», que representa una excelente muestra del inigualable talento del compositor y arreglista, fallecido el 3 de enero de 2002.

Composiciones tales como «Mucha Muchacha», «Mini Skirt» o «Yeyo» son tan sólo algunos de los temas que dieron fama a este músico y su versatilidad como arreglista quedó manifiesta en temas clásicos como «Vereda tropical», de Gonzalo Curiel, y «Bésame mucho» de Consuelito Velázquez.