homosexualidad en hollywood
La pluma del gallo de corral

Conocido como el ‘Rey de Hollywood’, Clark Gable se casó cinco veces y conquistó a un sinfín de bellas mujeres, aunque su fama de galán ha quedado un poco empañada por una polémica biografía que asegura que tuvo relaciones homosexuales.
La inexpugnable masculinidad de Gable se tambalea en la obra ‘Clarke Gable: tormented star’ («Clarke Gable: estrella atormentada»), del escritor David Bret, que califica a la estrella de «bisexual reprimido».
Famoso por su inconfundible bigote fino que parecía trazado a lápiz, el actor (1901-1960) dominó el mundo del celuloide durante los años treinta y principios de los cuarenta, como protagonista de películas tan legendarias como ‘Lo que el viento se llevó’ (1939).
Fuera de la gran pantalla fue la envida de muchos hombres por sus innumerables aventuras amorosas con las divas del cine de aquella época: Carole Lombard (el gran amor de su vida), Grace Kelly y Joan Crawford, entre otras bellezas, cayeron rendidas en sus brazos.
Sin embargo, Bret, autor de origen francés que vive en el norte de Inglaterra y se ha especializado en elaborar biografías de celebridades, sostiene en su libro que Gable se vio envuelto en varios escarceos homosexuales al comienzo de su carrera. «Mantuvo relaciones sexuales con hombres para ascender en Hollywood. Era parte de la rutina para darse a conocer en Hollywood», explicó el biógrafo, al precisar que «eso aún sucede hoy».
Según comentó Bret, Gable se dejó seducir por actores homosexuales -conducta inaceptable entonces- como Earle Larimore, Rod La Rocque y William Haines, que «fueron grandes estrellas del cine mudo y en aquella época eran muy influyentes en los estudios».
Escudándose en «muchas pruebas y muchas gente que ha sido entrevistada», el autor va todavía más lejos y sostiene que el galán ejerció de «homosexual de pago», o sea, que «no le hacía ascos a cobrar por sus servicios».
Marilyn Monroe, una hija más que una amante
El actor, empero, se caracterizaría durante su vida pública por adoptar una imagen de macho arquetípico y denunciar la homosexualidad, empujado -según Bret- por un complejo que arrastrada desde la infancia, cuando su padre le llamaba «mariquita».
Pese a esas polémicas alegaciones, Bret asegura que «a los admiradores de Gable les gusta el libro», dadas las «buenas reacciones» de las que se ha hecho eco, aunque lamentó la demoledora reseña publicada por el «New York Times», que ha cuestionado las fuentes de esa «biografía de ínfima calidad que quita el aliento». La controvertida obra también revela que Gable no vivió un romance con Marilyn Monroe (gran mito sexual y cinematográfico de los años cincuenta) durante el rodaje del filme ‘Vidas rebeldes’ (1961), como ha venido predicando la leyenda de Hollywood.
Obsesionado con la higiene personal, el actor no soportaba los malos hábitos de la explosiva rubia, quien «se duchaba poco, dormía desnuda y comía con frecuencia en la cama, arrojando bajo las sábanas los restos del plato antes de dormirse», escribe Bret.
De cualquier manera, declara el autor, «creo que él (Gable) la consideraba a ella (Marilyn) más como una hija que como una posible compañera de cama». ‘Vidas Rebeldes’ resultó, de hecho, la última película de Marilyn Monroe, que acabó suicidándose un año y medio más tarde, y del propio Gable.
A la edad de 59 años, el ‘Rey de Hollywood’ murió de un ataque al corazón en Los Ángeles (EEUU) el 16 de noviembre de 1960, dos meses y medio antes del estreno de ‘Vidas rebeldes’. «El Rey ha muerto», proclamó el ‘New York Times’ en un obituario dedicado a un genio del celuloide que ganó un Oscar por el filme ‘Sucedió una noche’ (1934) y participó en más de setenta películas.
Varios años después de su muerte, Joan Crawford, su gran amor después de Carole Lombard, fue entrevistada por el popular periodista de televisión británico David Frost, quien le preguntó cuál era el secreto de la irresistible atracción de Clark Gable. Mirando fijamente a los ojos de Frost, Joan Crawford respondió: «¡Cojones. Él los tenía!».
Posible violación
Loretta Young y Clark Gable. Ella era una de las estrellas más bellas del cine y él uno de esos galanes que seducía con tan solo una mirada. Ambos coincidieron en la película «La llamada de la selva», que rodaban bajo la batuta de William A. Wellman en 1935. El actor comenzó a llamarla «mi chica», y ella cayó en sus redes, aunque no como hubiese querido a juzgar por las últimas noticias.

Más allá de la trama del filme, los dos actores protagonizaron otra historia, una oculta durante ochenta años y que, gracias a Linda Lewis, la nuera de Young, sale por fin a la luz.
El coqueteo de estas dos estrellas del cine tuvo su súmmum en el tren de regreso a Los Ángeles, cuando al parecer, el actor entró en el compartimento privado de Young y la violó. Según recoge «Daily Mail» a partir de las declaraciones de Lewis, un mes después la intérprete, católica convencida, se daba cuenta de que estaba embarazada, y la consumación no habría sido consentida. Un secreto que se llevó consigo a la tumba cuando falleció en el 2000 y que solo compartió con la familia.
Lewis hizo público el secreto después de que todos los protagonistas de la historia hubiesen fallecido. «Judy ya no está aquí para sentirse dolida por esto», explica Lewis sobre la hija de ambos, Judy, fruto de la violación de Gable a Young. Todo el secretismo habría sido un ardid de Young para evitar que su hija Judy sufriera con la verdad. «Eso es lo que Loretta realmente quería evitar, porque ¿quién no quiere ser concebido con amor?», sostiene Lewis, esposa de Chris, hijo de la actriz y su segundo esposo Tom Lewis.
Young habría intentado contarle la nueva a Gable a través de un telegrama: «Hermosa, de ojos azules, rubia, nacida a las 8:15 de esta mañana». Pero el mito del cine no respondió a la misiva. El actor se desvinculó de la actriz y nunca pudo ser identificado como el padre de la pequeña Judy, fallecida en 2011.
El resultado del rodaje fue una película normal y una de las historias encubiertas más elaboradas de la historia de Hollywood.