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Massey Hall, el perfecto imperfecto

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Max Roach, Dizzy Gillespie y Charlie Parker en el histórico concierto en el Massey Hall
Max Roach, Dizzy Gillespie y Charlie Parker en el histórico concierto en el Massey Hall

Debut Records fue un sello de jazz creado en 1952 por el contrabajista Charles Mingus y su mujer Celia, al que más tarde se incorporó también el batería Max Roach. Debut nace con la idea de alejar el jazz de las grandes discográficas, buscando conseguir que la evolución del estilo no estuviera condicionada por las cuentas  y directrices de los grandes sellos, sino por la creatividad e imaginación de los artistas, especialmente en las nuevas promesas.

Dejó de editar en los noventa aproximadamente, décadas después de que Mingus dejara la dirección del sello en manos de Celia, su entonces ex-mujer. En su corta existencia editó trabajos de artistas consolidados como alguno de los miembros del quinteto que nos ocupa, Miles Davis, Ornette Coleman o Sun-Ra; y de artistas underrated como Otis Spann, Thad Jones o Albert Aylere; pero sin duda una de las referencias emblemáticas del sello por formación, pero sobre todo por la magia que le rodea, es “Jazz At the Massey Hall” de The Quintet.

La celebración del concierto fue iniciativa de la New Jazz Society de Toronto, formada a mediados de los años ’50 con el objetivo de estudiar el jazz en profundidad. Los miembros de la sociedad quedaban para realizar escuchas y debates tanto de clásicos cómo de las últimas referencias, llegando a disfrutar de la compañía de los propios artistas en algunas ocasiones. Sobre el cómo y por qué esa fue la formación del quinteto hay varias versiones, pero todo apunta a que la sociedad encargo la elección de los miembros a Charles Mingus, aunque también se barajan otras posibilidades cómo Max Roach u Oscar Pettifford, incluso, una posible votación entre los miembros de la sociedad.

Cada uno de los músicos fijó la cantidad a cobrar, estableciendo Charlie Parker (citado en el disco como Charlie Chan por problemas de derechos) la cantidad más elevada y tratando de asegurarse el cobró con unos pagarés que nunca llegó a cobrar. Realmente ninguno de los miembros vio un duro por la actuación, pues la sociedad tuvo un error de previsión que supuso un duro varapalo para la recaudación, ya que eligieron el 15 de Mayo de 1953 para hacer el concierto. Ese mismo día se celebraba en Chicago el título Mundial de Boxeo de los pesos pesados. Rocky Marciano defendía título frente a Jersey Joe Walcott, y la entrada estuvo muy lejos de lo esperado. Solo entraron 700 personas, cuando el auditorio tenía una capacidad de 2500. Dizzy que era un gran aficionado al boxeo, salía y entraba continuamente del escenario para seguir la previa del combate, pero finalmente tanto músicos como asistentes salieron al bar para ver el combate en televisión, costumbre reciente por aquel entonces pues fue uno de los primeros eventos deportivos que se retransmitió. El combate fue breve, un asalto tardó Marciano en tumbar a Walcott.

El Quinteto partió a Toronto (no sin problemas con los billetes y el viaje) con Bud Powell recien salido del del Hospital Psiquiátrico de Creedmore, y con Charlie Parker sin saxofón puesto que lo había empeñado para comprar caballo. Al final Parker tuvo que tocar con un saxofón de plástico modelo Grafton que le prestó un comercial de la marca (puedes indagar sobre la historia de la marca en nuestro JazzVoyages ‘Grafton: Poema sinfónico de marfil y oro’).

La problemática que envolvió la noche se extiende incluso a la grabación. Lo que escuchamos en el disco no es realmente lo que sonó en el auditorio. A última hora, Mingus pensó que sería interesante grabar el concierto y editarlo después en Debut, pero el magnetófono que llevó sufrió algunos percances a lo largo de la noche, lo que afectó al registro del concierto. Mingus se vió obligado a grabar de nuevo su intervención para incluirla con las pistas originales, ya que el sonido de su contrabajo pasó totalmente desapercibido.

Aunque era la primera vez que el quinteto se reunía para tocar, varios de los miembros habían coincidido en anteriores formaciones. Mingus y Powell venían de tocar en las últimas grabaciones de Bird (apodo de Parker), y la conexión entre éste y Diz, a pesar de no estar en su mejor momento en lo personal, era indiscutible. Sus grabaciones conjuntas durante finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta fueron la base del nacimiento y desarrollo del estilo llamado be-bop. Este concierto en el Massey Hall fue la última vez que tocaran juntos, y afortunadamente dejaron sus diferencias en Nueva York en beneficio de la música.

El resultado seguramente esté lejos de la idea previa que se pueda hacer un amante del jazz al ver la formación. Unos ensayos previos hubiesen maquillado el resultado final, y que Bud Powell y Charlie Parker no estuvieran como una cuba también, pero el jazz es así. Sus drogas, sus pufos, su alcohol, su sinvergonzonería, su personalidad, su libertad.

Las manos del bebop

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Roach fue un innovador, de rápidas y habilidosas manos capaces de mantener varios ritmos al mismo tiempo, variando la métrica y llevando el sonido del jazz más allá del estándar del 4/4
Roach fue un innovador, de rápidas y habilidosas manos capaces de mantener varios ritmos al mismo tiempo, variando la métrica y llevando el sonido del jazz más allá del estándar del 4/4

El virtuoso percusionista Max Roach es considerado uno de los fundadores del jazz moderno. El músico, que tocó con grandes figuras como el saxofonista Charlie Parker, se distinguía por tener manos rápidas y ser capaz de sostener simultáneamente varios ritmos.

Roach, considerado el percusionista que más influyó en el bebop, redefiniendo el papel de los tambores del jazz durante la subida de bebop a finales de los años 40 y comienzos los años 50.

Antes del bebop, el jazz era sobre todo swing tocado en salones de baile.

Pudo en vida «saltar fronteras musicales y sobrepasar las expectativas de su público», según escribió el ‘New York Times’.

Nacido en el Estado de Carolina del Norte en 1924 y criado en Brooklyn, comenzó estudiando piano a los ocho años en una iglesia baptista en dicho barrio neoyorquino.

Cuando era aún un adolescente había logrado hacerse un nombre en la escena del jazz neoyorquino. En los años 40 y 50, tocó bebop con el Quinteto de Charlie Parker y cool bop con la Orquesta de Miles Davis Capitol.

Roach pasará a la historia como uno de los reinventores del jazz, al que dedicó su vida rompiendo barreras musicales por su peculiar estilo de tocar la batería.

Sus improvisaciones y las innovaciones rítmicas que introducía en sus composiciones y que ayudaron a definir el sonido sofisticado del «bepop jazz» le hicieron ganarse un espacio importante en la historia de la música.

Su actitud aventurera duraría durante toda su carrera, en la que sobrepasó las fronteras del jazz, al colaborar con coros de gospel, grupos de hip-hop, artistas visuales y todo tipo de iniciativas musicales.

Su primera actuación se produjo cuando tenía 16 años y consiguió llenar durante tres noches un local neoyorquino como sustituto de un baterista. Esa actuación lo llevó a presentarse en el mítico Milton’s Playhouse del barrio de Harlem, donde coincidiría con el saxofonista Charlie Parker y el trompetista Dizzy Gillespie.

En 1944, Roach protagonizó una de las primeras sesiones de grabación de «bepop jazz» junto al propio Gillespie y el legendario saxofonista Coleman Hawkins. Con unas manos bien rápidas en la batería, Roach también colaboró con Miles Davis y la Capitol Orchestra en varias sesiones de grabación.

Entre los 60 y 80, el baterista consiguió gracias a su imaginación permanecer en lo alto con multitud de colaboraciones musicales y con la formación de varias bandas que dirigía él mismo.

En los 70, Roach pasó a la historia al ser el primer músico de jazz en dar lecciones de música como profesor titular en la Universidad de Massachusetts.

No dejó su actividad didáctica hasta finales de los 90, aunque permaneció activo y ofreció giras con su cuarteto hasta 2000. Su última colaboración como compositor fue en 2002, cuando compuso e interpretó la música del documental «How to fraw a bunny» sobre el artista Ray Johnson.