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Destellos desde el útero de Seattle

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Nirvana lanzaron en 1991 Nevermind, piedra filosofal del nihilismo MTV, y abrieron una brecha por la que se colarían en lo masivo artistas de vocación supuestamente contracultural
Nirvana lanzaron en 1991 Nevermind, piedra filosofal del nihilismo MTV, y abrieron una brecha por la que se colarían en lo masivo artistas de vocación supuestamente contracultural

La depresión, la rabia y la angustia reventaron las listas de éxitos gracias al grito desesperado de Nirvana en «Nevermind», el disco que, con su rock atormentado y herido, llevó el estilo «grunge» al apogeo de su revolución.

Liderados por un mártir ateo y arrastrados por el huracán de «Smells Like Teen Spirit», tal vez la canción más importante e influyente del rock de los años 90, Nirvana volaron muy alto con «Nevermind», pero su éxito también encaminó a su cantante Kurt Cobain a un laberinto de autodestrucción del que no saldría con vida.

El origen del grupo se sitúa en 1987, cuando se unen en Aberdeen, una ciudad a unos 180 kilómetros de Seattle, el bajista Krist Novoselic y el vocalista y guitarrista Kurt Cobain, cuya infancia en una conflictiva familia se traduciría en una personalidad frágil y con serios problemas.

En su disco de debut, el crudo y áspero «Bleach» (1989), todavía no contaban con el batería Dave Grohl, que cerraría la formación clásica de Nirvana y que, tras el fin de la banda, enfocó hábilmente su carrera con Foo Fighters.

Pese a ser el lugar de nacimiento de Jimi Hendrix, Seattle no era, históricamente, un foco emblemático del rock estadounidense.

Sin embargo, las cosas estaban cambiando y desde la segunda mitad de los años 80 surgieron bandas como Melvins, Soundgarden, Mudhoney y Pearl Jam que, bajo el liderazgo de Nirvana, darían forma al «grunge» como hijos reconocidos del punk y el «hardcore» y decididos a romper algún tímpano a base de ruidosos guitarrazos.

«Nevermind» llegó en un momento inmejorable. En los ochenta había arrasado el pop de sintetizadores; Guns N’ Roses estaban demasiado ocupados entre peleas y polémicas; y el heavy-metal, pese al fabuloso éxito de Metallica con «Black Album» (1991), perdía impulso y se enrocaba poco a poco en su propio público.

Entre los jóvenes había hambre de rock y, sobre todo, de autenticidad, de música genuina que les hablara a las entrañas.

Inadaptación, problemas de autoestima, soledad, incomprensión, apatía y nihilismo. «Nevermind» apelaba con cólera a todo eso para conectar con la frustración de una juventud acosada y perdida que describió Michael Azerrad en la biografía «Come As You Are: The Story of Nirvana» (1993).

«Los veinteañeros buscaban música hecha por ellos mismos, algo que expresara lo que sentían. Un impactante número eran hijos de un divorcio. Sabían que iban a ser la primera generación de EE.UU. en tener poca esperanza de estar mejor que sus padres, que sufrirían los excesos fiscales de Reagan en los años 80 y pasarían su plenitud sexual bajo la sombra del sida», escribió.

«Se sentían incapaces de rescatar un medioambiente asediado y pasaron la mayor parte de sus vidas con Reagan o Bush (padre) en la Casa Blanca, padeciendo un clima represivo en lo sexual y lo cultural. Se sentían indefensos para afrontar todo eso», añadió.

Pero, al margen de cualquier explicación, Nirvana triunfó gracias a unas canciones incontestables. «Smells Like Teen Spirit», que no paró de pasarse por la MTV, tenía un riff arrollador y una letra enigmática, «Come As You Are» sonaba inquietante e intensa a partes iguales, y «Lithium» celebraba la extravagancia y el desamor.

La urgencia punk de «Breed», un canto al hastío, contrastaba con la austeridad de «Polly», inspirada en un caso real de violación a una menor y que ejemplificaba el turbio tono lírico del álbum.

«La música me ha dañado físicamente en dos sentidos. Tengo una irritación en el estómago, provocada por la rabia y los gritos», dijo en una ocasión Kurt Cobain, según el libro «Yeah! Yeah! Yeah!» de Bob Stanley (2013).

«También tengo escoliosis, una desviación de la columna, que se ha agravado con el peso de la guitarra. Siento dolor a todas horas, lo cual contribuye a la rabia de nuestra música. En cierta manera le estoy agradecido», añadió.

«Cuando salió nuestra música, creo que fue una combinación de ‘porreros’, ‘skaters’ y chicos abandonados que vieron a un grupo de chicos abandonados tocando música que sonaba como si estuviéramos cabreados. Creo que mucha gente se identificó con eso», apuntó, por su parte, Dave Grohl en el libro «Come As You Are».

«Nevermind», que vendería millones de copias y en 1992 lograría desbancar del número uno a «Dangerous» (1991) de Michael Jackson, convirtió a Nirvana en estrellas mundiales y, casi sin querer, en referentes de moda con sus pintas desaliñadas, camisas de leñadores y vaqueros rotos.

Trágicamente, la inestable y quebrada mente de Cobain no estaba preparada para aquel fenómeno de masas.

Nirvana grabó los discos «In Utero» (1993) y «MTV Unplugged in New York» (1994), pero los demonios del cantante, sus frecuentes desequilibrios y su adicción a la heroína ganaron finalmente la partida: la gran figura del «grunge» se suicidó el 5 de abril de 1994.

La ropa sucia del Rock se lava a mano

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Los Gallagher (Oasis), un claro ejemplo de dos hermanos que se repelen, pese a que les una la música y el entrecejo
Los Gallagher (Oasis), un claro ejemplo de dos hermanos que se repelen, pese a que les una la música y el entrecejo

Los combates truculentos no son patrimonio del boxeo, incluso a veces los zurriagazos saben a poco; por ejemplo, cuando Floyd Mayweather se impuso a Manny Pacquiao jugando a la defensiva. Esto terminó por enfadar a los millones de espectadores que siguieron la pelea y que se decantaron claramente por apoyar a Pacquiao, en quien sí vieron el empuje y el pundonor de quien quiere ser vencedor. Sin embargo, el sentimiento generalizado fue de decepción por la falta de intensidad del combate entre el estadounidense y el filipino. Dos hombres sobre un ring intercambiando mamporros con medio mundo mirando… y al final es como si no pasara nada.

Para paliar esta decepción, proponemos a continuación una decena de peleas (principalmente verbales, aunque de todo hay) entre músicos que definitivamente sí estaban por la labor de noquear a su contrincante. Con toda la intensidad que aparentemente le faltó al ‘Combate del Siglo’.

Mick Jagger vs Charlie Watts

Jagger y Watts han limado asperezas mientras el Rock se encamina al geriátrico
Jagger y Watts han limado asperezas mientras el Rock se encamina al geriátrico

Todo el mundo piensa que son Mick Jagger y Keith Richards los que se llevan realmente mal en los Rolling Stones (que también), pero lo cierto es que es el baterista Charlie Watts quien tiene el honor de haber golpeado contundentemente al cantante.

Y es que una noche a mitad de los ochenta, en plena ‘agotadora’ gira, Mick llamó por teléfono a la habitación de Watts preguntando por «su baterista». No tardó ni media el siempre tranquilo y elegante Charlie en presentarse en el cuarto de Jagger y lanzarle un directo a la cara. «No soy tu baterista. Tú eres mi maldito cantante», zanjó al cerrar la puerta.

Liam vs Noel Gallagher

Oasis se acabó el 28 de agosto de 2009 en el camerino de un concierto en París. Allí se escuchó de todo y nada bonito. Fue el gran colofón a una pelea entre hermanos que venía ya de largo y que había incluido todo tipo de amenazas, declaraciones hirientes en la prensa e incluso destrozo de guitarras. «La razón por la que no he asesinado a Liam es porque no me gustaría ver a nuestra madre llorar», ha llegado a decir Noel.

Nirvana vs Guns n’Roses

Kurt Cobain estaba de alguna manera obsesionado con Guns n’ Roses en general y con Axl Rose en particular. Le lanzaba mensajes a través de los medios y también desde el escenario. En una gala de la MTV en 1992, ambos grupos tuvieron un encontronazo en los camerinos y el baterista de Nirvana, Dave Grohl (ahora Foo Fighters, ya sabéis), terminó llamando a Axl a gritos desde el escenario en plan reto primitivo: «Where is Axl? Where is Axl?»

Axl Rose vs Slash

Axl Rose y Slash, en sus años (breves) de físico glorioso
Axl Rose y Slash, en sus años (breves) de físico glorioso

Precisamente ‘dónde está Axl’ es algo que seguramente también se haya preguntado en más de una ocasión el que fuera guitarrista de Guns n’ Roses, Slash. Ambos eran la pareja de oro del rock de los noventa pero todo saltó por los aires a mitad de la década. Desde entonces, que se sepa, jamás se han cruzado. Aunque sí han cruzado insultos, desprecios y mofas varias. Cuando Guns n’ Roses entraron en el Rock and Roll Hall of Fame en 2012 Axl decidió no asistir, a pesar de ser el dueño legal del nombre y el único miembro original que sigue en la banda. En este vídeo vemos a Charlie Sheen mofándose de Axl en presencia de Slash.

Radiohead vs Miley Cyrus

En la gala de los Grammy 2009, Miley Cyrus quiso saludar a sus adorados Radiohead, pero éstos se negaron a hablar con ella. Bueno, según la versión aceptada, no es que se negaran, es que pasaron olímpicamente. Miley se ofendió abiertamente y montó en cólera jurando venganza, mientras el grupo británico se limitó a decir lo siguiente: «Cuando crezca aprenderá a no tener esa sensación de que todo el mundo ha de hacer lo que ella quiera».

Ray Davies vs Dave Davies

Dave Davies y su hermano Ray, dos almas que se succionan
Dave Davies y su hermano Ray, dos almas que se succionan

Antes de que aparecieran en escena los Gallagher, ahí estaban ya los hermanos Davies, o sea, The Kinks, tirándose los trastos a la cabeza en el nombre del Imperio Británico. Los rumores de una reconciliación postrera siguen sonando, pero tiempo atrás Dave dijo algo así: «Ray es un idiota. ¿Has oído hablar de los vampiros? Bueno, Ray me deja seco de ideas, emociones y creatividad. Es tóxico para mí estar con él. Es un fanático del control».

Phil Everly vs Don Everly

Don y Phil Everly, de tupé impoluto y trastienda negra
Don y Phil Everly, de tupé impoluto y trastienda negra

Y más riñas familiares. Antes de los Davies y los Gallagher, los Everly Brothers ya andaban a la gresca. Lo soportaron hasta que en 1973 Don Everly salió a tocar borracho en un concierto en Hollywood, fallando todas las letras hasta que se llevó un guitarrazo en plena cabeza propinado por su hermano Phil. No volvieron a hablar hasta el funeral de su padre en 1983 y, desde entonces, sí que han actuado juntos para hacer caja ocasionalmente. Pero quizás Phil no deba fiarse, por aquello de que la venganza es un plato que se sirve frío. Con lo angelicales que parecían…

Glenn Frey vs Don Felder

Glen Grey y Don Felder, 'águilas' que se sacaron los ojos
Glen Grey y Don Felder, ‘águilas’ que se sacaron los ojos

La primera gran etapa de The Eagles terminó abruptamente en un concierto benéfico por el senador Alan Cranston en 1980. Uno de los dos líderes del grupo, Glenn Frey, estaba molesto con el guitarrista Don Felder por un comentario desafortunado sobre esta actuación política, y no se mordió la lengua en el escenario. «Quedan tres canciones, colega, te voy a patear», le advirtió, ante el estupor general, Frey a Felder. Quería pelea pero no pudo ser, pues el guitarrista se escapó en su limusina. El grupo volvió 14 años después, con Felder, que terminó expulsado de la gira de reunión.

Joaquín Sabina vs Fito Páez

Páez y Sabina, aparentemente contraculturales, en plena invitación al bostezo
Páez y Sabina, aparentemente contraculturales, en plena invitación al bostezo

La idea era juntar a ambos genios para un disco conjunto, que llegó en 1998 con el certero título de Enemigos íntimos. Y es que durante su creación los encontronazos fueron constantes, y terminaron siendo públicos por la filtración del director de uno de los videoclips promocionales, Luis Carrillo. Sabina y Páez se intercambiaron mensajes en los medios, incluso en verso, y suspendieron más de 60 conciertos conjuntos.

Notorius Big vs Tupac Shakur

La madre de todas las peleas, desgraciadamente, terminó con sus protagonistas asesinados a tiros. Hablamos de Notorious BIG y Tupac Shakur, quienes personificaron a mitad de los noventa la cruenta rivalidad entre los raperos de la Costa Este y la Costa Oeste. Dramático.