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Fermi y Drake, incógnitas estelares

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Según las estadísticas y los datos que tenemos hoy día, en la propia Vía Láctea, con etre 100 y 500 billones de estrellas, muchas de ellas tendrán y tienen planetas orbitando. ¿Ninguna ha desarrollado una sociedad avanzada capaz de dar señales de vida o con ánimos imperialistas? Entonces, ¿qué es lo que está fallando? ¿Han muerto todas y somos una rara avis? ¿Estamos solos?
Décadas después de que el físico italiano Enrico Fermi planteara su famosa Paradoja, la Humanidad sigue preguntándose: ¿dónde están ellos?, ¿por qué no tenemos pruebas irrefutables de la visita o existencia de civilizaciones extraterrestres?

Es muy probable que los humanos estemos solos en el Universo, pero también hay una ligera probabilidad de que en algún momento, encontremos vida inteligente. Ésta es la conclusión a la que llegaron tres reconocidos investigadores de la Universidad de Oxford que publicaron el estudio “Disolviendo la Paradoja de Fermi”. Para hacerlo, tomaron la popular paradoja del físico Enrico Fermi y la ecuación de Drake que estima el número de civilizaciones con las que podríamos tener contacto.

El estudio fue hecho por tres reconocidos investigadores de la Universidad de Oxford: Anders Sandberg del Instituto del Futuro de la Humanidad; Eric Drexler, nada menos que el responsable del término nanotecnología y Tod Ord, un influyente filósofo sobre la moral.

¿Qué es la Paradoja de Fermi?

Planteada por el físico Enrico Fermi en 1950, la paradoja se pregunta en dónde están las demás civilizaciones que se creería están en el Universo dado su tamaño y su edad. De acuerdo con lo supuesto por Fermi, hay una contradicción entre las afirmaciones que dicen que hay altas probabilidades de que existan otras civilizaciones inteligentes en el universo observable y la falta de evidencia, lo que podría significar que nuestras observaciones son defectuosas o incompletas.

Fermi respondió a su propia paradoja argumentando que toda civilización avanzada es capaz de crear tecnología capaz de exterminarse. Lo que hicieron fue reconsiderar algunos parámetros de la ecuación de Drake e incorporar algunos modelos químicos y genéticos que dieron origen a la vida y mostrar así que hay ciertas incertidumbres científicas que, debido al conocimiento limitado, han tenido un valor aproximado que es incierto y no una estimación exacta. De esta manera, los investigadores asignaron los valores mínimos y máximos según el conocimiento existente a algunas variables (como el número de planetas en la galaxia según los estudios de exoplanetas) mientras que otras permanecieron con valores estimados y obtuvieron como resultado una distribución que se interpreta como la estimación de las probabilidades de que la humanidad está sola en el Universo.

“Si probamos con el conocimiento científico disponible, las cosas se vuelven extremas. Esto es porque la probabilidad de tener vida e inteligencia en un planeta es altamente incierta y tomando en cuenta lo que sabemos, no podemos asegurar que sucede lo mismo en todos los lugares con las condiciones adecuadas, pero tampoco podemos asegurar que sea algo astronómicamente raro. Esto nos conduce a una incertidumbre mayor sobre el número de civilizaciones, lo que nos lleva a concluir que hay una probabilidad muy alta de que estemos solos. Sin embargo, también concluimos que no deberíamos sorprendernos si encontramos vida inteligente”, explica el doctor Sanberg al sitio Universe.

¿En qué consiste la ecuación de Drake?

Esta fórmula intenta hacer una estimación de la cantidad de civilizaciones que habitan en la Vía Láctea según las probabilidades de contar con emisiones de radio detectables. Fue propuesta por el radioastrónomo Frank Drake en 1961 y utiliza variables específicos que se piensa, tienen un papel importante para el desarrollo de civilizaciones; sin embargo, no hay datos suficientes para resolverla por lo que los científicos utilizan aproximaciones teóricas.

En la ecuación, se toman factores como el ritmo anual de formación de estrellas en la galaxia, número de planetas que las orbitan, la fracción de los planetas con vida, los planetas con vida inteligente, los planetas donde la vida inteligente ha desarrollado tecnología para comunicarse y el tiempo que una civilización inteligente y comunicativa puede existir.

En resumen, los científicos no están seguros de que estemos solos en el Universo o de que no haya probabilidades de encontrar civilizaciones extraterrestres pasadas o presentes, pues como bien apunta el doctor Sanberg sobre la paradoja de Fermi. “Uno puede contestarla diciendo que encontrar inteligencia es muy raro, pero tendría que ser tremendamente rara. Otra posibilidad es que la inteligencia no dure mucho, pero sí lo suficiente para que una civilización sobreviva y se vuelva visible”.

“Los intentos por explicarla al suponer que todas las inteligencias actúan de la misma manera (manteniéndose en silencio, evitando hacer contacto y transcendiendo) falla, pues requeriría que cada individuo que pertenece a casa sociedad en cada civilización se comporte de la misma manera, siendo el reclamo sociológico más fuerte de la historia”.

El estudio hecho por Sandberg, Drexler y Ord demuestra que aún falta mucha información por conocer para hacer un cálculo más certero sobre la vida extraterrestre inteligente, pues actualmente sólo puede asegurar que, según lo que sabemos, somos la única especie inteligente en la Vía Láctea en el presente.

“El estudio muestra que la astrobiología y el conocimiento de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI por sus siglas inglés), pueden ayudar a reducir la incertidumbre de algunos parámetros. Incluso la biología terrestre nos puede dar información importante sobre la probabilidad de la aparición de vida y las condiciones que podrían suponer vida inteligente. Finalmente, una conclusión importante que hicimos es que la falta de inteligencia observada no nos hace concluir que no es duradera: las estrellas no predicen nuestra perdición”, explica Sandberg.

Rock, ovnis y hombrecillos verdes

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Indudablemente, Flying es el trabajo más extraordinario y singular de toda la discografía de los británicos UFO por méritos propios. Incluso la icónica portada ya parece advertirnos sobre la singularidad de esta nave nodriza, vetusta y olvidada ante el paso impasible de los eones
Indudablemente, Flying es el trabajo más extraordinario y singular de toda la discografía de los británicos UFO por méritos propios. Incluso la icónica portada ya parece advertirnos sobre la singularidad de esta nave nodriza, vetusta y olvidada ante el paso impasible de los eones

Los discos voladores y sus tripulantes siempre formaron parte de la historia humana, aunque fueran llamados por otros nombres e interpretados de acuerdo con la cultura de cada época. Todos hemos leído o escuchado hablar de ángeles, mensajeros, dioses, escudos llameantes, carruajes de fuego, barcos de los cielos y más incontables epítetos usados para designar lo que hoy llamamos naves alienígenas y seres extraterrestres.

Señales y personas venidas del cielo son símbolos tan fuertes que atravesaron generaciones y culturas y desembocaron en la literatura como nosotros la concebimos hoy. Aunque ya había algo parecido en el siglo XVIII, la ciencia ficción envolviendo vehículos y seres de otros planetas, ganó cuerpo en el siglo XIX y explotó en el siglo XX.

El tema se utiliza regularmente como fuente de inspiración para grandes éxitos de Hollywood desde la década de los 50, aunque la mayoría de las veces los ETs se retratan bajo una luz despectiva. Los ovnis y sus tripulantes también están en las propagandas de productos y de tiendas y de las novelas de ficción científica, y continúan constando historias de visitas y de encuentros con seres de otros mundos. Por lo tanto, no es sorprendente que el tema haya llegado al universo musical, una de las más expresivas formas de registro cultural que conocemos.

1947, ¿sólo coincidencia?

Muchas personas no se imaginan cómo es de vasto el número de canciones y de bandas que trataron, y tratan, de ufología. Cuando se pide que se citen interpretaciones sobre ovnis o alienígenas, muchos listarán clásicos como Starman, de David Bowie, baladas más modernas como Out of Space, de la banda The Prodigy, o bandas sonoras como las de las películas de la serie Hombres de Negro [1997], protagonizadas por los actores Will Smith y Tommy Lee Jones. Pero hay literalmente cientos y cientos de canciones con temática ufológica, y ellas retroceden hasta los años 40. Algunas veces los artistas que las escribieron estuvieron inspirados por experiencias reales y no sólo por su interés en el asunto.

La historia de la música con temática ufológica puede ser trazada desde 1947 cuando la banda de Country, The Buchanan Brothers lanzó una canción titulada When You See Those Flying Saucers [Cuando usted vea esos platillos volantes]. El grupo formado por los hermanos Chester y Lester Buchanan ya era bien conocido por el público, pero esta canción se hizo extremadamente popular en la época y se quedó en la historia como una de las más famosas de la banda. Se trata, hasta donde sabemos, del primer registro de afán extraterrestre que fue grabado y lanzado por un sello discográfico.

La canción tenía inclinaciones religiosas y advertía que los ovnis habían sido enviados por Dios para cuidar de los pecadores, lo que es enfatizado por los dos versos iniciales de la letra:

«Será mejor que ores al Señor cuando veas esos platillos voladores.
Puede ser la venida del Día del Juicio.
Es una señal de que no hay duda del problema que se trata.
Así que les digo a mis amigos que es mejor que empiecen a orar.
Son una visión aterradora mientras vuelan día y noche.
Es una advertencia de que deberíamos arreglar nuestros caminos.
Será mejor que ores al Señor cuando veas esos platillos voladores.
Puede ser la venida del Día del Juicio».

Pero lo interesante acerca de esta canción es el año en que fue lanzada. Fue puesta a la venta oficialmente el 16 de julio de 1947, año en que, como es de amplio conocimiento público, ocurrieron dos de los eventos más importantes de la ufología: el avistamiento de Kenneth Arnold y el Caso Roswell. El primero, la observación de nueve discos voladores por el piloto comercial Arnold sobre el Monte Rainier, en el estado de Washington, tuvo lugar el 24 de junio. Durante el hecho, vio cómo varios objetos realizaban maniobras erráticas, pero controladas, las cuales describió a los diarios de la época como parecidas a «un platillo deslizándose sobre el agua».

El otro evento involucró la caída de un ovni a principios de julio de ese año cerca de la ciudad de Roswell, en el estado de Nuevo México. El acontecimiento fue oficialmente anunciado al público el día 8 por medio de un ahora famoso artículo de periódico titulado Fuerza Aérea Captura Disco Volador en un Rancho en la Región de Roswell. Aunque el titular se publicó en un periódico local, la noticia se extendió por todo el mundo, obviamente.

Aunque los dos incidentes ocurriesen pocas semanas antes del lanzamiento de la canción, es probable que los hermanos Buchanan basaran su título y la letra en uno de ellos, o quién sabe en los dos. Sin embargo, es preciso recordar que el período de tiempo entre los hechos en Roswell y el lanzamiento de la canción fue muy corto para que los hermanos escribieran y lanzaran este single.

Sucesos en los años 50 y 60

Los años 50 trajeron consigo el nacimiento de una nueva subclase de rock and roll, con foco en la ciencia ficción y en el espacio. Inevitablemente, muchas de las canciones del género contenían menciones a la invasión alienígena y la comunicación con seres del espacio exterior, y no se puede desconsiderar la influencia del cine y del inicio de la carrera espacial como fuente inspiradora de los compositores. Una de las canciones más conocidas de este tipo es Flying Saucers Rock & Roll [Rock and Roll del Disco Volador] del músico rockabilly Billy Lee Riley.

Billy Lee Riley, un gigante de Sun Records, que insufló sus tempestades al rock’n’roll de primera ola
Billy Lee Riley, un gigante de Sun Records, que insufló sus tempestades al rock’n’roll de primera ola

Riley era un cantante y compositor del estado de Arkansas, pero sus canciones fueron grabadas inicialmente en Memphis, Tennessee, en 1955. Sin embargo, su mayor éxito, se puede decir que fue esa canción que hablaba de discos voladores, lanzada en febrero de 1957. La foto promocional presentaba varias naves doradas flotando sobre la tierra. La letra de la canción describe un ovni y sus pequeños ocupantes verdes venidos de Marte, los cuales, después de posarse, forman una banda y empiezan a tocar.

Otro gran ejemplo de los años 50, y una gran novedad en la época, es el disco The Flying Saucer, de Bill Buchanan y Dickie Goodman. Más que contener pistas completamente musicales, la interpretación era una mezcla de palabras habladas y trozos de canciones de la época. Hoy en día, esto es comúnmente conocido como un ‘mash up’. Este tema fue el primer ejemplo de ello. En él se contaba la historia de una invasión alienígena proveniente de Marte, utilizando frases de películas y todo tipo de efectos espaciales.

Con la carrera espacial plenamente establecida a mediados de los años 60, la música de la época siguió insistiendo en la facción ufológica. Los temas de ciencia ficción de la década anterior tomaron una faceta más psicodélica, pero continuaron enfocándose en tópicos similares. Un gran ejemplo de principios de los años 60 fue el álbum conceptual ampliamente instrumental I Hear a New World: An Outer Space Music Fantasy [Oigo un Nuevo Mundo: una Fantasía Musical del Espacio Sideral], de Joe Meek y los Blue Men.

Aunque no hablaba específicamente sobre ovnis, la temática del LP estaba centrada en torno a la idea de viajes espaciales y de encuentros con especies extraterrestres. Meek estaba fascinado por los viajes de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) al espacio y también era un firme defensor de la idea de existencia de vida inteligente en algún lugar en nuestro Sistema Solar.

Portada del LP de Joe Meek & The Blue Men ‎"I Hear A New World"
Portada del LP de Joe Meek & The Blue Men ‎»I Hear A New World»

En una entrevista sobre el álbum, Meek declaró: «En el primer momento, iba a grabarlo con canciones que estaban completamente fuera de este mundo, pero me di cuenta de que eso sería muy poco divertido y así mantuve la construcción de la música con un pie en la tierra». Sin embargo, el álbum todavía contenía muchos efectos sonoros no usuales y muestras vocales de alta frecuencia para crear una atmósfera de otros mundos.

Otro artista conocido por tener interés especial en el espectro UFO fue Reg Presley, el líder vocal de la banda inglesa de rock The Troggs, que se graduó en Hampshire, en 1964. Aunque las canciones del grupo no se centraron en el tema ufológico, Presley nunca ocultó su gran fascinación por el asunto: el cantante se interesaba particularmente por el fenómeno de los agroglifos y creía que las figuras eran mensajes de visitantes extraterrestres.

A mediados de los años 90, mientras viajaba con la banda, Presley se convirtió en anfitrión de su propia serie de televisión, llamada The Reg Presley UFO Show, en la que investigó varios avistamientos y participó en campamentos nocturnos para observación del cielo. Aunque el interés del artista por los discos voladores se mantuvo bien lejos de su trabajo con la banda, la portada de un LP con los mayores éxitos del grupo mostraba a los músicos parados en medio de una plantación, mientras que un ovni flota sobre ellos.

Años 70

En el caso de inclinación ufológica, el primer nombre que nos viene a la mente es el de la banda UFO. Es verdad que la mayoría de las canciones del grupo no están realmente enfocadas en el tema, pero hay varias conexiones entre este conjunto y la ufología. Muchos de los álbumes lanzados por ellos o muestran ovnis o tienen nombres relacionados con el tema. En la portada de UFO2: Flying [UFO2: Volando], lanzado en 1971, hay un humanoide sin pelo volando por las nubes, acompañado de dos artefactos en forma de disco. Phenomenon [Fenómeno], de 1974, enseña un UFO volando sobre los suburbios y un hombre desde el suelo mirando al objeto.

Ocasionalmente, la banda trataba la ufología en su música. Silver Bird [Pájaro de plata], del LP UFO2: Flying, incide sobre alguien que descubre una nave dañada con tripulantes vivos. El primer verso de la banda dice:

«Esta mañana, mientras caminaba, contemplé mi tierra.
Yaciendo allí, todavía tendidos sobre la arena.
Un gran pájaro plateado se había plantado en el suelo.
Soy el tipo de persona que no se alarma fácilmente.
Decidí dar un paseo para ver lo que podía encontrar.
Caminé alrededor de las paredes y me encontré con una puerta.
Busqué una ventana obtener más información.
Gran pájaro plateado déjame entrar en tu avión
Quiero volar tan alto, llévame alto, lejos».

Klaatu, iluminados por la esperanza de vida extraterrestre y, también, por The Beatles del Magical Mistery Tour
Klaatu, iluminados por la esperanza de vida extraterrestre y, también, por The Beatles del Magical Mistery Tour

Otra conocida banda del comienzo de los años 70 que tiene conexiones con el asunto extraterrestre es Klaatu. Este grupo de psycho rock canadiense obtuvo su nombre del robot de la película «Ultimátum a la Tierra» En 1976 lanzó el tema Calling Occupants of Interplanetary Craft (Llamando a los Ocupantes de la Nave Interplanetaria).

La canción estaba inspirada en el Día del Contacto Mundial, un evento real que ocurrió en marzo de 1953. Una organización conocida como International Flying Saucer Bureau envió un boletín a sus miembros, pidiéndoles la propagación colectiva de un mensaje telepático a los extraterrestres en un día y a una hora concretos. El mensaje comenzaba con las mismas palabras del título de la canción de Klaatu. La música se hizo tan popular que fue grabada posteriormente por varias bandas, incluyendo The Carpenters.

David Bowie

Es imposible trazar una pequeña historia de bandas que trabajaron el meollo del contacto extraterrestre sin hablar del único y absoluto David Bowie. Aunque el ídolo inglés formó su primera banda con 15 años de edad, en 1962, no fue hasta 1969 cuando alcanzó el éxito comercial con el lanzamiento de la conocida canción Space Oddity. La canción presentaba un astronauta ficcional llamado Major Tom y hablaba sobre el programa espacial. La oportunidad no podría ser mejor, pues fue lanzada apenas cinco días antes del lanzamiento del Apolo 11.

David Bowie, en 1969
David Bowie, en 1969

Bowie continuó explorando temáticas como el espacio y la inteligencia alienígena, lo que le llevó a hacer uno de sus álbumes más influyentes, Ziggy Stardust an the Spiders from Mars [Ziggy Stardust y las arañas de Marte], en 1972. La pieza estaba enfocada en su alter ego, un músico de rock llamado Ziggy Stardust, que actuaba como mensajero de una especie extraterrestre. El trabajo creó controversias por cubrir temas como explotación sexual, política y opresión. Además, incluía una de las más conocidas canciones de acción alienígena, Starman.

El interés de Bowie por estos movimientos espaciales, sin embargo, fue mucho más allá de su creación musical. Él estaba fascinado por la idea de razas extraterrestres y empleó mucho tiempo libre investigando la materia ufológica. A veces interrumpía entrevistas para buscar en el cielo señales de actividad extraterrestre. A lo largo de los años, Bowie dijo haber vivido numerosos avistamientos, una idea que sin duda pudo influir en la música que elaboraba

La música que vino para quedarse

Para finalizar, queremos hablar sobre la cantante Helen Wheels, que tocó con la banda The Helen Wheels Band de 1977 a 1987 y luego se unió a Skeleton Crew. Helen también escribió letras para el grupo Blue Oyster Cult. Paralelamente a su carrera musical, ganó varios concursos de culturismo. Cuando era joven, Helen Robbins, su nombre real, y su hermano Peter aseguraron que habían sido abducidos en la terraza de su casa en Rockville, en Long Island, en el estado de Nueva York.

Helen trabajó junto a los investigadores de contactos ‘alien’ Budd Hopkins y Pete Mazolla, recordando sus experiencias. Su hermano acabó convirtiéndose en un respetado ufólogo, muy famoso por su trabajo en el caso del Bosque Rendlesham. Así como otros artistas que también tuvieron sus experiencias, la música de Helen fue influenciada por su abducción, influyendo a numerosas bandas con la composición The Saucer Song [La canción del disco volador].

De 1980 en adelante (hasta el infinito y más allá), más y más bandas tomaron el la ufología como inspiración. Algunos conjuntos rozan el minimalismo, como la CEIV, cuyo nombre es una abreviatura para Contactos Inmediatos de Cuarto Grado en inglés, además de Element 115 y Unidentified Funk Object.

Primer contacto, extraterrestres de visita en la guardería

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Los extraterrestres quizás verían al más inteligente de los humanos como su chimpancé, su bebé o su mascota, y dirían que Stephen Hawking es un poco más inteligente que el resto porque puede hacer cálculos astrofísicos igual que su hijo que acaba de venir de la guardería
Los extraterrestres quizás verían al más inteligente de los humanos como su chimpancé, su bebé o su mascota, y dirían que Stephen Hawking es un poco más inteligente que el resto porque puede hacer cálculos astrofísicos igual que su hijo que acaba de venir de la guardería

El astrofísico y divulgador estadounidense Neil deGrasse opina que una civilización extraterrestre lo suficientemente inteligente no tendría ningún interés en los humanos y si acaso hubiese un contacto “nos verían como un chimpancé, un bebé o su mascota”.

Neil deGrasse, abanderado de la nueva producción del programa divulgativo “Cosmos”, realiza esta afirmación en cordal entente con Jill Tarter, exdirectora del centro SETI para la búsqueda de vida inteligente en el Universo del que Carl Sagan, el creador de la citada serie científica, fue cofundador.

Ambos científicos especulan sobre la probabilidad de que haya vida inteligente en el Universo. DeGrasse, que es investigador asociado del Departamento de Astrofísica del Museo Estadounidense de Historia Natural, detalla que, en relación con la inteligencia y a pesar de las guerras, la Humanidad “ha mejorado y hay algo de esperanza en cuanto a la evolución natural: pinta bien en cómo nos tratamos a nosotros y cómo podríamos tratar a los extraterrestres”.

Sin embargo, apunta el investigador, una civilización extraterrestre lo suficientemente inteligente no tendría ningún interés en los humanos al igual que “si vas por la calle no piensas en comunicarte con un gusano microscópico” así que ironiza, “nuestra mayor protección frente a los extraterrestres sería no lanzar señales de vida inteligente en la Tierra”.

Cuando piensa en la especie animal más cercana genéticamente a los humanos (una diferencia genética de un 1 por ciento), el chimpancé, explica Neil deGrasse, se da cuenta de que lo más inteligente que puede hacer es apilar cajas, comer un plátano y quizás, una lengua de signos rudimentaria, lo mismo que hace un bebé humano de dos años.

Un bebé o una mascota

Por ello, continua, “¿cómo nos verían los extraterrestres?”. Pues quizás verían al más inteligente de los humanos “como su chimpancé, su bebé o su mascota, y dirían que Stephen Hawking es un poco más inteligente que el resto porque puede hacer cálculos astrofísicos igual que su hijo que acaba de venir de la guardería”.

Se pregunta el divulgador si por el contrario “terriformar” otro planeta y enviar a Marte la mitad de la población, 4.000 millones de personas, sería “algo realista” porque, añade, sea cual sea el esfuerzo para llegar allí es mayor que el hay que hacer “para cambiar el rumbo de un asteroide asesino” así “que lo que tenemos que pensar es en protegernos a nosotros mismos”.

Al respecto, Jill Tater opina que la inteligencia ha evolucionado “para que no te devoren: un truco de la evolución y la relación entre presa y depredador en cualquier lugar donde haya vida”.

Añade la exdirectora del programa SETI que en este rincón de la galaxia nuestro Sistema Solar es muy joven y si la tecnología consigue durar un periodo significativo de tiempo el ejercicio de tirar el dardo hacia una muestra de vida inteligente “tiene más probabilidades de dar”.